Rusia y China intentarán llegar a un acuerdo con el movimiento terrorista talibán (prohibido en Rusia), que ha tomado el poder en Afganistán. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se lo dijo a los periodistas, informa Reuters.
A Biden se le preguntó si teme una posible financiación de los talibanes desde Pekín. “China tiene un problema real con los talibanes. Entonces van a intentar hacer ejercicio
El 19 de agosto, poco después de que los militantes tomaran Kabul, ocuparan el palacio presidencial y anunciaran la captura de la mayor parte de Afganistán, el Alto Representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, anunció que Rusia y China pronto reconocerían a los talibanes. Más tarde llamó a los talibanes aliados inevitables en las negociaciones con la Unión Europea.
El Consejo de Seguridad de la ONU incluyó a los talibanes en la lista de terroristas en 2003, al mismo tiempo que la Corte Suprema de Rusia reconoció al movimiento como un movimiento terrorista. El enviado especial del presidente ruso para Afganistán, Zamir Kabulov, admitió que Moscú consideraría la posibilidad de excluir a los talibanes de la lista si el Consejo de Seguridad de la ONU lo hacía. El Ministerio de Relaciones Exteriores señaló que la solución a este tema dependerá de las acciones de los militantes, pero destacó que Rusia no tendrá prisa con esto. El Kremlin considera prematura la cuestión de revisar el estatus de los talibanes.
A fines de agosto, el Departamento de Estado de Estados Unidos anunció que estaba discutiendo la cuestión del reconocimiento de los talibanes con sus aliados y socios en todo el mundo. El secretario de Estado Anthony Blinken señaló que los talibanes deben «ganar» legitimidad. Para ello, deben respetar los derechos fundamentales del pueblo afgano, incluidos los derechos de las mujeres, así como luchar contra el terrorismo, abandonar la represión y formar un gobierno inclusivo. Biden dijo el 7 de septiembre que los talibanes todavía están «muy lejos».
En vísperas de los talibanes anunciaron la composición de su gobierno interino. El mulá Mohammad Hasan Akhund se convirtió en primer ministro y el mulá Abdul Ghani Baradar, que encabezaba el ala política de los talibanes, se convirtió en vicepresidente del gobierno. También fueron nombrados los jefes del Ministerio del Interior, el Ministerio de Defensa, el Ministerio de Relaciones Exteriores, el jefe de inteligencia y otros. El líder del movimiento, Habitullah Akhundzada, dijo que los miembros del gobierno «trabajarán diligentemente para cumplir con las reglas islámicas y la ley Sharia, defendiendo los más altos intereses del país, protegiendo las fronteras de Afganistán y asegurando una paz duradera, prosperidad y desarrollo».