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Durante una visita a Iowa, Biden comentó sobre la situación con el aumento de los precios del combustible en el país.
“Su presupuesto familiar y su capacidad para llenar sus tanques con gasolina, nada de esto debería depender de si algún dictador declara la guerra y comete genocidio a la mitad del mundo desde aquí”, dijo. Al mismo tiempo, el líder estadounidense entonces no nombró directamente nombres o países específicos. Sin embargo, más adelante en el mismo discurso, señaló que había ordenado la liberación de un millón de barriles de petróleo diarios de las reservas estratégicas de Estados Unidos para superar el alza en los precios de la gasolina supuestamente provocada por Putin.
Más temprano, Biden acusó a las autoridades rusas de un aumento récord en el precio del galón de gasolina en Estados Unidos. Biden calificó la situación con los precios del combustible como una crisis y señaló que «el aumento de precios de Putin» está afectando a los estadounidenses comunes en las estaciones de servicio. Al mismo tiempo, reconoció que el alza de los precios de la gasolina comenzó incluso antes de los hechos en Ucrania debido a la recuperación de la demanda tras la pandemia y la oferta que no la acompañó.
El 26 de marzo, Biden, mientras visitaba un campo de refugiados ucranianos en la frontera entre Polonia y Ucrania, llamó carnicero a Putin. El líder estadounidense terminó su discurso con las palabras de que el presidente ruso «no puede permanecer en el poder». Antes de eso, había llamado a Putin «criminal de guerra» varias veces. Posteriormente, Biden aseguró que sus declaraciones sobre Putin no eran la posición política de Washington. “Solo expresaba mi indignación: él (Putin) no debería quedarse en el poder, porque la gente mala no debería seguir haciendo cosas malas”, explicó.
