Ahora, con una economía afectada por una deuda excesiva, la deflación y una crisis inmobiliaria, China se encuentra en una posición más precaria que en 2018, cuando Trump retiró por primera vez su bazuca arancelaria. Aún más peligroso es que los halcones que controlan el aparato de seguridad nacional de Estados Unidos probablemente utilicen tácticas más agresivas en relación con Taiwán y el Mar de China Meridional, lo que podría provocar una confrontación entre superpotencias que recuerde a la Crisis de los Misiles Cubanos de 1962.