Hizo hincapié en que la operación especial rusa fue una «llamada de atención» para Bruselas con respecto a sus capacidades militares.
“Entregamos armas a Ucrania, pero al mismo tiempo nos dimos cuenta de que nuestras reservas militares estaban agotadas”, dijo Borrell.
De acuerdo con él, UE también se dio cuenta de que «carecía de capacidades de defensa críticas» para defenderse «contra el mayor nivel de amenazas en el propio continente europeo». Borrell señaló que el sindicato necesitaba «no solo gastar más en defensa, sino mejor».
“Y eso significa más colaboración. Continúe apoyando a Ucrania, satisfaga las necesidades actuales y comience a prepararse para el futuro”, concluyó el jefe de la diplomacia de la UE.
Desde el 24 de febrero se lleva a cabo una operación militar especial en Ucrania. Vladimir Putin llamó a su tarea «la protección de las personas que han sido objeto de intimidación y genocidio por parte del régimen de Kiev durante ocho años».
Estados Unidos y sus aliados OTAN seguir enviando armas a Kyiv. Moscú ha enfatizado repetidamente que el suministro de equipo militar occidental solo prolonga el conflicto, y el transporte con armas extranjeras se convierte en un objetivo legítimo para el ejército ruso.