Brasil: Bolsonaro llega a la segunda vuelta contra Lula a pesar de algunas encuestas
El expresidente Luiz Inácio Lula Da Silva, del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT), superó al actual Jair Bolsonaro, del derechista Partido Liberal (PL), en las elecciones del domingo por un 48,42 % frente al 43,21 % de los votos, lo que muestra un país dividido tras semanas de incidentes violentos relacionados con la campaña electoral.
Estos resultados después de que el 99,94% de los colegios electorales fueran contabilizados significan que Brasil irá a una segunda vuelta el 30 de octubre ya que ninguno de los candidatos superó el umbral del 50%.
La mayoría de las encuestas habían pronosticado que Lula ganaría. Algunos hablaron de una brecha de 12 puntos porcentuales o incluso más e incluso algunos de ellos se aventuraron a que el tema se decidiría el domingo. De ahí que la actuación de Bolsonaro sea un resultado sorprendente.
En Sao Paulo y Río de Janeiro hubo colas de hasta tres horas para votar al mediodía y otras largas colas se observaron por la tarde. “Había algunas filas como siempre pasa en el periodo de 11:30 a 13:30 horas, pero esto está dentro de la normalidad, obviamente todos los electores que lleguen hasta las 17:00 horas (20 GMT) van a poder votar”, explicó. El presidente del Tribunal Superior Electoral (TSE), Alexandre De Moraes, durante el día. “La votación se ha realizado de manera normal y armoniosa”, agregó Moraes.
Cuando se hicieron públicas las primeras cifras, Bolsonaro tomó la delantera. «Te apuesto: [pollsters]Datafolha se va a equivocar (otra vez)”, escribió el diputado Eduardo Bolsonaro en Twitter mientras su padre permanecía en el Palacio de la Alvorada reuniéndose con asesores hasta bien entrada la tarde tras emitir su voto en Río de Janeiro vistiendo la camiseta de la selección pese a los consejos del TSE. En contra.
Simone Tebet, del Movimiento Democrático Brasileño, y Ciro Gomes, del Partido Democrático del Trabajo, apenas superaron el 4 y el 3%, respectivamente. Los otros siete contendientes no lograron pasar el 1%.
La amarga rivalidad entre Bolsonaro y Lula incluso resultó en que los partidarios de cualquiera de los candidatos atacaran e incluso mataran a puñaladas a los del otro, mientras se registraba una violencia sin precedentes en el proceso electoral desde el regreso al gobierno democrático en 1985.
Alrededor de 156,4 millones de brasileños acudieron a elegir un presidente, 27 gobernadores, 513 diputados, un tercio del Senado y legisladores locales.
Lula votó en Sao Bernardo do Campo, la región de Sao Paulo donde creció como líder sindical en la década de 1970.
”Este país necesita recuperar el derecho a ser feliz”, argumentó Lula. “No queremos más odio”, agregó.
Bolsonaro, de 67 años, gobernó el país más grande de América Latina durante la pandemia de COVID-19 y cuenta con el fuerte apoyo de seguidores evangélicos, empresarios agroindustriales y los grupos más conservadores de Brasil.
Lula, de 76 años, salió del poder con un alto nivel de popularidad y sigue sin poder quitarse la mancha de la corrupción, aunque sus condenas por el escándalo ”Lava Jato” fueron anuladas por motivos procesales. Liberado de prisión en 2019 después de pasar 19 meses en la cárcel, cuenta con el apoyo de las bases, las mujeres y los jóvenes de Brasil.
“Durante toda esta campaña íbamos adelante en las encuestas, de todos los institutos, y yo siempre pensé que íbamos a ganar estas elecciones, y les quiero decir que vamos a ganar estas elecciones. Esto es solo un respiro para nosotros”, dijo Lula.
”Tendremos que viajar más, realizar más eventos, más mítines, más debates, tendremos que hablar más con la gente y tendremos que convencer a la sociedad brasileña de lo que estamos proponiendo”, agregó.
”Nunca he ganado unas elecciones en primera vuelta. Cada elección en la que he peleado fue en la segunda vuelta, todas ellas. Lo importante es que la segunda vuelta es la oportunidad para que madures tus propuestas y tu diálogo con la sociedad. A ustedes les toca construir una gama de alianzas, una gama de apoyos antes de ganar para mostrarle a la gente lo que va a pasar, lo que va a gobernar este país”, señaló también.
Mientras tanto, Bolsonaro dijo que la inflación había afectado la popularidad del gobierno. ”Entiendo que hay muchos votos que se debieron a la condición del pueblo brasileño, que sintió el aumento de productos. En particular, la canasta básica de alimentos. Entiendo que hay voluntad de cambio por parte de la población, pero hay ciertos cambios que pueden venir a peor”, subrayó Bolsonaro.
“Intentamos durante la campaña mostrar ese otro lado, pero parece que no llegamos a la parte más importante de la sociedad”, continúa.
”Tenemos por delante una segunda vuelta en la que todo se iguala, el [advertising] el tiempo para cada lado se hace igual. Y ahora mostraremos mejor a la población brasileña, especialmente a la clase más afectada, que es consecuencia de la política de ‘quédate en casa, luego veremos la economía’, de una guerra allá afuera, de una crisis ideológica también, Bolsonaro argumentó el domingo por la noche.