PyE
Bulgaria se enfrenta a nuevas elecciones generales en la primavera, las quintas del país en dos años, después de que los socialistas renunciaran el viernes (20 de enero) a sus planes de formar un gobierno de trabajo.
Los socialistas, que tenían la tercera y última oportunidad de formar un gabinete tras unas elecciones no concluyentes el 2 de octubre, dijeron que habían hecho un gran esfuerzo para obtener apoyo, estableciendo prioridades nacionales claras, pero que no lo habían conseguido.
“Buscamos una solución para sacar al país de las muchas crisis y principalmente de la crisis política”, dijo a los periodistas la líder socialista Kornelia Ninova. “Analizamos las opciones y decidimos devolverle el mandato al presidente”, dijo.
“Ahora vamos a las elecciones”, dijo.
Los dos partidos políticos más grandes, el GERB de centroderecha y el PP anticorrupción, ya no han logrado encontrar apoyo para formar un gobierno de coalición en un parlamento estancado.
La falta de un gobierno regular pesará sobre los planes de Bulgaria para unirse a la zona euro en 2024. Retrasará reformas muy necesarias para combatir la corrupción de alto nivel y es probable que obstaculice el aprovechamiento eficiente de miles de millones de euros en fondos de recuperación de la UE.
Bulgaria ha sufrido inestabilidad política desde las protestas masivas contra la corrupción en 2020. El país balcánico ha estado gobernado por gobiernos tecnocráticos interinos durante gran parte de los últimos dos años en ausencia de una coalición elegida estable.
El viernes, Ninova invitó a los líderes de los otros seis partidos políticos a unirse en cuatro prioridades nacionales, incluido el aprovechamiento eficiente de la ayuda de la Unión Europea, pero solo se presentaron los líderes del GERB, el partido étnico turco MRF y el nacionalista Bulgarian Rise.
El presidente Rumen Radev ahora tendrá que decidir cuándo disolver el parlamento y fijar una fecha para nuevas elecciones dentro de dos meses.
