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El segundo lago más grande de África, el lago Tanganyika, está adornado con sus playas de arena que abarcan cuatro naciones. Pero los estragos de la sobrepesca y la contaminación han pasado factura a su delicado ecosistema. En un intento por rejuvenecer su biodiversidad, Burundi y sus tres países vecinos han tomado la decisión sin precedentes de imponer una prohibición de pesca de tres meses en el lago todos los años, del 15 de mayo al 15 de agosto. Esta medida, aunque perjudicial para los medios de subsistencia de los revendedores y pescadores, es crucial para facilitar el resurgimiento de los amados peces de la región. Clément Di Roma de FRANCE 24 informa.