No hay más tiempo para demoras. Hace tiempo que Rumanía y Bulgaria cumplen los criterios y merecen formar parte del espacio Schengen, argumenta Victor Negrescu.
Victor Negrescu es eurodiputado del grupo socialista y demócrata y exministro de Asuntos de la UE de Rumanía.
Con aproximadamente 1,7 millones de ciudadanos que se desplazan entre los países Schengen y 3,5 millones de personas que cruzan las fronteras internas todos los días, según estimaciones de la Comisión Europea, el espacio Schengen tiene el potencial de brindar aún más oportunidades a los ciudadanos europeos, reforzar el comercio europeo y mejorar la seguridad fronteriza. .
El plan original del espacio Schengen era unir Europa. Ha logrado este objetivo en partes de Europa, pero no en toda la Unión Europea. La unidad europea no puede considerarse completa sin la adhesión de Rumanía y Bulgaria al espacio Schengen. En este contexto, el Consejo de Justicia y Asuntos de Interior de la UE de este diciembre representará un momento clave que podría finalizar el proceso de los dos países para lograr la membresía de Schengen.
Durante muchos años, Rumanía y Bulgaria han cumplido las condiciones y los requisitos técnicos necesarios para ser miembros de pleno derecho de Schengen. Los dos países forman parte de todos los instrumentos técnicos específicos del espacio Schengen pero no se están beneficiando de sus oportunidades. A nivel europeo, ha habido voces importantes que confirman que tal decisión es, de hecho, tangible y necesaria.
Ya en 2011, el Parlamento Europeo declaró que Rumanía y Bulgaria se habían preparado para acceder al espacio Schengen. El retraso en el procedimiento no pudo ser explicado legalmente por las instituciones de la UE y me incluyo entre los que apoyan acciones legales en el Tribunal de Justicia de la UE, lo que podría ser una opción si no se toma una decisión este año.
Un momento clave en este proceso estuvo representado por la petición iniciada por activistas del PSE en Rumania y registrada en el Parlamento Europeo, que generó una resolución especial en apoyo de la ampliación de Schengen. En 2018, una resolución del Parlamento Europeo destacó que el aplazamiento de la adhesión de Rumanía y Bulgaria no solo ha afectado negativamente a los dos países, sino a la UE en su conjunto.
En 2021, la Comisión Europea pidió al Consejo que diera los pasos necesarios para que los dos países formaran parte del espacio Schengen, seguido de otra evaluación positiva de la Comisión que se publicó al año siguiente. En su informe sobre el estado de Schengen de 2022, la Comisión reiteró la importancia de completar el espacio de libre circulación y, de nuevo, instó al Consejo a adoptar las decisiones para que Rumanía y Bulgaria empiecen a beneficiarse de la adhesión de pleno derecho.
En agosto, el canciller alemán Olaf Scholz afirmó su apoyo a la membresía de los dos países en el espacio Schengen y dijo que las próximas reuniones tratarían de “cerrar las brechas restantes”. La adhesión de Rumanía y Bulgaria al espacio Schengen también se ha anunciado como una prioridad de la Presidencia checa del Consejo de la UE.
A principios de septiembre, presenté una pregunta oral solicitando un debate en el Parlamento Europeo sobre la adhesión a Schengen de los dos países. Más de 50 eurodiputados de diferentes grupos políticos y países han apoyado mi llamamiento al Consejo de la UE ya la Comisión para que presenten un calendario de adhesión y prometan una votación en diciembre. El debate tiene lugar hoy y se aprobará una resolución en la próxima sesión de octubre dentro de dos semanas.
Todos estos elementos confirman lo que los dos estados miembros y las instituciones de la UE han afirmado a lo largo del tiempo: Rumanía y Bulgaria tienen un historial positivo a la hora de garantizar la protección de las fronteras exteriores de la UE y ofrecer su solidaridad, en particular en el contexto de la guerra en Ucrania.
La voluntad y capacidad de estos países de respetar el acervo de Schengen ha sido visible a lo largo de los años, destacando el apoyo integral a su adhesión, que representa un desiderátum nacional y un factor clave para la unidad y el desarrollo futuro de la Unión Europea. La finalización del proceso de adhesión debe decidirse este año, ya que todos los datos muestran que los rumanos y los búlgaros merecen formar parte del espacio Schengen.