Una reunión entre el nuevo ministro de Defensa de China, Li Shangfu, y el secretario de Defensa de EE. UU., Lloyd Austin, en la cumbre de seguridad de junio en Singapur es poco probable, ya que ha estado sujeto a sanciones de EE. UU. por comprar aviones de combate rusos Su-35 y sistemas de misiles antiaéreos S-400. . Así lo informa el Financial Times, citando fuentes.
Washington ha asegurado a Beijing que las medidas restrictivas contra Li no son un impedimento para reunirse con Austin. Pero será casi imposible que las autoridades chinas acepten una conversación cara a cara entre ellos hasta que se levanten las sanciones, dijeron varias fuentes a la publicación. Las fuentes también señalaron que la Casa Blanca no tiene posibilidad de levantar las sanciones.
Li Shangfu anteriormente dirigió el cosmódromo de Xichang y se desempeñó como subcomandante de las Fuerzas de Apoyo Estratégico del EPL, y entre 2017 y 2022 fue el jefe del departamento de entrenamiento y suministros del Consejo Militar Central de China.
En 2018, el Tesoro de los EE. UU. impuso sanciones contra este departamento y Li Shangfu personalmente por la cooperación militar con Rusia. El motivo fue la compra de cazas rusos Su-35 y sistemas S-400.
Li Shangfu dirigió a los chinos Ministerio de Defensa Hace dos meses en marzo. En el mismo mes, el departamento militar de EE. UU. informó que los contactos con sus homólogos chinos se habían cortado desde noviembre pasado. Bloomberg citó como razones el agravamiento de la situación en torno a Taiwán y el escándalo con los ataques militares estadounidenses contra supuestos globos de reconocimiento chinos. Según la agencia, Estados Unidos busca una reunión entre Lee y Austin.
Además, Beijing no ha aprobado la visita del Secretario de Estado Anthony Blinken. China teme que, al mismo tiempo que el viaje, la parte estadounidense publique los resultados de la investigación del globo. La parte china también se abstiene de aceptar una conversación entre Xi Jinping y el presidente estadounidense Joe Biden. Politico señaló que «siempre hay un cierto grado de teatro diplomático» en las acciones de Beijing, pero fuentes entre los funcionarios estadounidenses expresaron su preocupación de que los obstáculos para el diálogo entre los dos estados podrían tener consecuencias globales en caso de una crisis importante.
Mijaíl Dobrunov