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BEIJING: China castigó a varios funcionarios locales con degradaciones o despidos por falsificar datos económicos, dijo el viernes la oficina de estadísticas del país, como parte de un esfuerzo para frenar el fraude de datos a medida que la economía se tambalea.
La Oficina Nacional de Estadística (NBS) encontró violaciones de datos en 2020 y 2021 después de realizar inspecciones en varias ciudades: Xingtai en la provincia de Hebei, Jiaozuo en la provincia de Henan, Bijie y Anshun en la provincia de Guizhou, dijo la oficina en un comunicado en su sitio web.
Las autoridades de Hebei han castigado a 45 funcionarios en Xingtai después de encontrar que algunos de sus datos sobre producción industrial, inversión en activos fijos, ventas mayoristas y minoristas eran «gravemente inexactos», dijo.
Las autoridades de Henan tomaron medidas disciplinarias y organizativas contra 38 funcionarios por violaciones de datos, mientras que Guizhou impuso sanciones similares a 22 funcionarios, dijo. Tales acciones se refieren a degradaciones o despidos.
En marzo, el organismo de control anticorrupción de China prometió intensificar el escrutinio de la agencia de estadísticas del país y abordar los «problemas pendientes» de fraude y falsificación de datos.
La economía de China se ha visto afectada por los estrictos controles de COVID-19, y muchos economistas del sector privado esperan que el producto interno bruto se contraiga en el trimestre de abril a junio.
El primer ministro Li Keqiang dijo el miércoles que China se esforzará por lograr un crecimiento económico razonable en el segundo trimestre y frenar el aumento del desempleo, luego de implementar una serie de políticas de apoyo.
Li también se comprometió a garantizar que los indicadores económicos locales en el segundo trimestre se publiquen «de conformidad con las leyes y reglamentos».
Durante mucho tiempo ha habido un escepticismo global generalizado sobre la confiabilidad de los datos chinos, especialmente porque el gobierno ha tratado de aliviar las expectativas del mercado de una desaceleración cada vez más profunda en la segunda economía más grande del mundo.
China se ha fijado un objetivo de crecimiento económico anual de alrededor del 5,5 por ciento este año, pero muchos economistas creen que ahora está cada vez más fuera de su alcance.
