BEIJING: China ha instado a las grandes empresas estatales (SOEs, por sus siglas en inglés) a que desempeñen un papel clave en su campaña para lograr la autosuficiencia en tecnología, elevando las apuestas en la carrera en medio de desavenencias con Estados Unidos.
Con muchas empresas e industrias chinas afectadas por una lista creciente de controles de exportación impuestos por Estados Unidos, el presidente Xi Jinping ha enfatizado repetidamente la necesidad de la autosuficiencia en tecnología para reducir el uso de tecnología extranjera.
China tiene como objetivo convertir a algunos gigantes estatales en empresas tecnológicas líderes con influencia global, dijo el Ministerio de Ciencia y Tecnología, luego de una reunión con la Comisión de Supervisión y Administración de Activos de propiedad estatal.
Las empresas estatales controladas por el gobierno central deben desempeñar el papel de «pilares» para «lograr la autosuficiencia tecnológica de alto nivel y la automejora de China», dijo Wang Zhigang, ministro de ciencia y tecnología, citado en un comunicado.
«Es necesario apoyar a las empresas centrales para satisfacer las principales necesidades del país, concentrarse en las áreas de ‘estrangulamiento’, ganar resueltamente la batalla de las tecnologías centrales clave y mantener de manera efectiva la seguridad industrial nacional».
Las grandes empresas estatales deben impulsar la inversión en investigación básica, atraer más talento, fortalecer la innovación tecnológica y profundizar los lazos con universidades e instituciones de investigación, agregó el miércoles.
Sin embargo, los analistas dicen que las empresas privadas de China son más innovadoras que las empresas estatales que dominan las industrias estratégicas y tienden a recibir más subsidios estatales.
La semana pasada, los líderes chinos se comprometieron a construir un sistema industrial moderno y lograr avances tecnológicos, en una carrera internacional para ganar la «iniciativa estratégica» en medio de las disputas estadounidenses.
China ha presentado un «nuevo sistema de toda la nación», basándose en su sistema político para aunar recursos nacionales para apoyar proyectos tecnológicos y romper el «dominio» extranjero, aprovechando los éxitos anteriores en el desarrollo de bombas nucleares en la década de 1960.