Beijing dijo en agosto que no impondría aranceles provisionales a los fabricantes europeos de brandy a pesar de haber encontrado pruebas de dumping, pero no descartó medidas posteriores.
A partir del viernes, los operadores tendrán que pagar una «garantía correspondiente» a la aduana china cuando importen brandy de la UE al país, dijo el Ministerio de Comercio de Beijing.
Dijo que la cantidad se basaría en cálculos que involucran precios aprobados por la aduana, así como impuestos de importación.
La investigación había «determinado preliminarmente que las importaciones de determinado brandy originario de la UE eran objeto de dumping, lo que amenazaba con un daño sustancial a la industria nacional del brandy», según el ministerio.
Añadió que la investigación también estableció «una relación causal entre el dumping y la amenaza de daño sustancial».
El ministerio también publicó una lista que detalla las tarifas que cada empresa esperaría pagar, que van desde el 30,6 por ciento para la casa de coñac Martell hasta el 39 por ciento para Jas Hennessy y el 38,1 por ciento para Remy Martin.
China importó más brandy que cualquier otro licor en 2022, y la mayor parte provino de Francia, según un informe del grupo de investigación Daxue Consulting.
En mayo, el presidente francés, Emmanuel Macron, agradeció a su homólogo chino, Xi Jinping, por no imponer derechos de aduana al coñac francés y le obsequió botellas de la costosa bebida.
Pero la semana pasada, la UE dio una luz verde definitiva imponer aranceles adicionales de hasta el 35,3 por ciento a los vehículos eléctricos importados de China, diciendo que Beijing ha subsidiado injustamente su industria nacional en detrimento de los fabricantes de automóviles europeos.
Después de esa votación, los fabricantes de coñac francés -que representa la gran mayoría de los brandies europeos importados a China- dijeron que estaban siendo «sacrificados».
«Las autoridades francesas nos han abandonado», afirmó en un comunicado la Oficina Nacional Interprofesional del Coñac.
Bruselas también está investigando las subvenciones chinas a paneles solares y turbinas eólicas.
Beijing también ha iniciado una investigación sobre los subsidios de la UE a algunos lácteos y productos porcinos importados a China.