Sin duda, esa verificación de datos puede resultar difícil para el ciudadano medio, por lo que una forma de hacerlo es estar atento a los comentarios del auditor, dijo el profesor asociado de Derecho.
Los lectores también deberían “ser escépticos” y evaluar si existe una tendencia a presentar un informe brillante.
“Un buen informe de sostenibilidad no debería limitarse a hablar de lo que la empresa ha hecho bien. Si se observa eso, es posible que no se trate de un informe muy equilibrado”, afirmó el profesor asociado Law.
Citó al gigante alimentario suizo Nestlé, que en su último informe de sostenibilidad destacó cómo la empresa necesita hacer más para abordar el posible trabajo infantil en su cadena de suministro.
Según al menos un estudio, las empresas que cotizan en Singapur siguen careciendo de información relacionada con el clima y de planes de transición.
Analizó los informes de sostenibilidad del año fiscal 2022 de 535 empresas que cotizan en el SGX y descubrió que solo el 39 por ciento integró el cambio climático en la gestión general de riesgos.
Menos de una cuarta parte analizó la resiliencia de sus estrategias ante diferentes escenarios climáticos.
Y solo el 12 por ciento de las empresas produjeron planes de transición climática “razonablemente detallados”, señaló el estudio realizado por SGX Regulation y el Centro de Gobernanza y Sostenibilidad de la NUS.
Los expertos señalaron que otro vacío a llenar es la divulgación de las emisiones de Alcance 3.
Esto se debe en gran medida a que las empresas están más familiarizadas con la medición de las emisiones de alcance 1 y 2. Las dificultades para recopilar datos relevantes de los proveedores a lo largo de la cadena de valor también agravan el problema, agregaron.
Pero como las emisiones de Alcance 3 representan más del 70 por ciento de la huella de carbono de la mayoría de las empresas, se puede hacer más, afirmó el profesor asociado de Derecho.
Al final, la relevancia es clave a la hora de preparar un buen informe de sostenibilidad.
El profesor Loh de la NUS señaló que ha habido “mucha inflación en la información” y que los informes de sostenibilidad “se hacen cada vez más largos” en los últimos años.
«Necesitamos simplificar… Es necesario volver a los fundamentos: una narrativa general, cómo se alinea con su negocio, los datos climáticos y cómo está manejando toda la cadena de valor. Eso es todo lo que necesitamos».