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Vietnam es un buen caso de prueba. Así como los proveedores de Apple, como Hon Hai Precision Industry, más conocida como Foxconn, planean expandir la capacidad allí, elevando los precios de los terrenos industriales a nuevos máximos, los fabricantes mundiales están descubriendo que Vietnam puede ser fácilmente atrapados por la escasez.
En este momento, los materiales de construcción como los marcos de las ventanas de aluminio, que abundan en China, son difíciles de conseguir allí.
Esto se debe a que Vietnam, junto con el resto de Asia, importa una gran cantidad de productos industriales básicos, como productos químicos y plásticos, de su vecino del norte.
Aunque su economía ha estado abierta desde marzo, mientras China continúe con los bloqueos de cero COVID, la nación del sudeste asiático seguirá sufriendo cuellos de botella en la cadena de suministro. El índice de tiempos de entrega de proveedores PMI de Vietnam, que captura el alcance de los retrasos en la cadena de suministro en una economía, se mantuvo en contracción en julio.
LA INVERSIÓN DE CHINA EN CONECTIVIDAD
A lo largo de los años, las ambiciones de China de ascender en la cadena de valor significaron un cambio de su producción hacia equipos y bienes industriales de alta gama.
Ha creado un vasto sector manufacturero que suministra una parte importante de los componentes, o bienes intermedios, que se utilizan en los productos finales. Ahora es el principal exportador mundial de dichas piezas en términos de valor.
Eso significa que eliminar a los fabricantes del país de la ecuación causará un dolor de cabeza en Asia e inevitablemente también se convertirá en un problema para las empresas industriales en los EE. UU.
