ESCOCIA: Después de otro año de castigo dominado por COVID-19, el La amenaza de Omicron parece estar retrocediendo y muchas personas ahora pueden estar viendo el comienzo del fin de la pandemia.
Pero las consecuencias de la COVID-19 seguirán planteando enormes desafíos en términos de crecimiento económico, problemas de la cadena de suministro, la escasez de mano de obra y la confianza de los empleados.
Como siempre, el liderazgo efectivo en los negocios es primordial. Pero los líderes fuertes deben pensar más allá de la pandemia.
Entonces, ¿cómo navegan en un futuro lleno de incertidumbre? Aquí hay cinco habilidades básicas que todos los líderes que enfrentan estos desafíos deben demostrar y encarnar.
TENER UNA VISIÓN
La pandemia ha causado una interrupción sin precedentes del comercio en la mayoría de los sectores industriales. La visualización implica crear una imagen de cómo será el futuro de una organización y que servirá como hoja de ruta hacia el éxito.
Cuando esa visión se entiende y se comparte, genera entusiasmo y motivación, y genera confianza en los empleados. Los buenos líderes cultivan no solo un plan de cómo se puede lograr la visión, sino también una profunda convicción de que tendrá éxito.
Cuando surgió el COVID-19, Mark Aslett, director ejecutivo de la empresa aeroespacial y de defensa Mercury Systems, había estado rastreando el virus durante varios meses y tenía una visión clara de cómo su organización podía abordar los desafíos emergentes.
Su plan triple era proteger la salud, la seguridad y los medios de subsistencia de los empleados de Mercury, reducir los riesgos financieros operativos de la empresa y cumplir su compromiso con los clientes y accionistas.
Aslett comunicó esto claramente de una manera que resonó entre los empleados, clientes y accionistas por igual. El éxito de su visión se ha reflejado en el sólido desempeño financiero demostrado a lo largo de la pandemia, lo que deja a la empresa preparada para un mayor éxito en el próximo año.