Si, en cambio, busca la resiliencia a través de la autosuficiencia, corre el riesgo de terminar sin ninguno. Él Escándalo de escasez de fórmula para bebés en los Estados Unidos acaba de servir un ejemplo perfecto de esto.
LA ECONOMÍA GLOBAL SE REORGANIZA EN BLOQUES REGIONALES
Hay fragmentación y hay fragmentación. La globalización significa dos cosas. Conceptualmente, significa la integración económica de las economías nacionales. – profundizar los flujos transfronterizos de bienes, servicios, capital y personas – especialmente entre países con diferentes niveles de desarrollo económico.
Pero a veces se toma más literalmente para referirse a este proceso que involucra a todo el mundo. Tenga esto en cuenta y podrá ver que es posible “desglobalizar” (en el último sentido) sin “desglobalizar” (en el primer sentido). El apoyo de amigos de Yellen es una ilustración de esto.
Hay mucha presión para hacer friend-shore. No mire más allá del plan de la UE para reconfigurar su sistema energético. Su objetivo es poner fin a las importaciones de energía de Rusia, pero lo hace en parte mediante la intensificación de otro comercio regional y mundial de energía, en particular, encontrando nuevos proveedores para las importaciones de gas natural hoy y de hidrógeno en el futuro.
Mire también los esfuerzos entre las democracias para acordar las reglas del camino para la economía digital y el manejo de datos confidenciales, lo que puede conducir a menos transferencias digitales entre democracias y no democracias mientras se profundiza la conectividad de datos dentro de estos bloques.
Por lo tanto, parece muy plausible que la economía mundial pueda reorganizarse en grandes bloques regionales, definidos no solo por la geografía sino también por los valores comunes y la gobernanza. Eso sería “desglobalización” en sentido literal.
Pero implicaría una mayor globalización en el sentido económicamente significativo. – el de profundizar la integración económica transfronteriza. “Globalización regionalizada” sería un mejor término.
La pregunta, entonces, sería si una mayor globalización dentro de tales bloques regionales políticamente delineados podría ser tan eficiente y productiva como una economía integrada literalmente global. Mi corazonada es que para las economías avanzadas centradas en el oeste transatlántico, la respuesta es sí. – y que hay muchas más dudas para las economías menos avanzadas.
Pero eso es, sin duda, una apuesta incierta. Si la globalización regionalizada es el camino al que nos dirigimos, descubriremos si China necesita a Occidente más de lo que Occidente necesita a China.