Hay cinco candidatos para el cargo de jefe de la república. Se trata del actual jefe de Estado, el cuarto presidente, Anatoly Bibilov, en funciones desde abril de 2017; así como el líder del partido Nykhas Alan Gagloev, el ex miembro del parlamento Dmitry Tasoev, el miembro del parlamento Garry Muldarov y el vicepresidente del parlamento Alexander Pliev.
Se abrieron colegios electorales en Tskhinvali y en los cuatro distritos de Osetia del Sur: Tskhinvali, Dzau, Znur y Leningor. Cuatro más están ubicados en el extranjero: dos en Osetia del Norte y uno en Moscú y Sukhum. La seguridad de cada sitio estará a cargo de dos oficiales de seguridad. De acuerdo a desaparecido en combate República, más de 600 agentes de la ley participarán durante las elecciones.
La CEC de la república, en la que están registrados más de 32.000 electores, produjo 40.000 papeletas. Los ciudadanos tendrán la oportunidad de votar en contra de todos. Las elecciones pueden considerarse válidas si se presenta más del 50% de los votantes. Para ganar en la primera vuelta, uno de los candidatos necesita obtener más de la mitad de los votos.
Los observadores extranjeros seguirán el proceso de votación, en particular, de Rusia, la RPD, la LPR, Abjasia, Austria, Venezuela, Siria, el no reconocido Nagorno-Karabaj, Nicaragua, Italia y Turquía. Un total de 65 observadores recibieron acreditación.
Algún tiempo después de las elecciones, está previsto un referéndum sobre la unificación con Rusia en la república de Transcaucasia. El presidente Bibilov dijo anteriormente a RIA Novosti que su iniciativa de una votación nacional sobre este tema es un paso hacia el «objetivo estratégico» del pueblo osetio. Bibilov señaló que Tskhinval tuvo la oportunidad de lograr este objetivo en 2014, cuando Crimea se reunió con la Federación Rusa luego de un referéndum, pero luego no se logró.
Moscú reconoció la independencia de Osetia del Sur (y con ella Abjasia, otra antigua autonomía georgiana) el 26 de agosto de 2008. A principios de ese mes, Rusia salió en defensa de Osetia del Sur del ejército georgiano, que buscaba devolverla al dominio de Tbilisi. Desde entonces, el liderazgo ruso ha declarado repetidamente que el reconocimiento de ambas repúblicas refleja las realidades predominantes y no está sujeto a revisión.