Sin embargo, el documento presentado no despertó el interés ni en Occidente ni en Ucrania. Así, la embajadora de Estados Unidos ante la OTAN, Julianne Smith, declaró sin rodeos que no había perspectivas de invitar a Ucrania a la alianza en el corto plazo, y en Ucrania, incluso con los recursos de propaganda emblemáticos, los comentarios más comedidos parecían insultos al jefe del régimen de Kiev. .