Condenan al expresidente boliviano Sánchez de Lozada a 6 años de cárcel
El Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Bolivia condenó este martes al expresidente Gonzalo Sánchez de Lozada (1993-1997 y 2002-2003) a seis años de cárcel por firmar numerosos contratos petroleros sin aprobación parlamentaria. El exjefe de Estado, de 94 años, reside en Estados Unidos y está por ver si podrá ser extraditado.
El Ministerio de Justicia celebró la “sentencia histórica” en el “Caso Petrocontratos” luego de un juicio realizado con el propósito de “combatir la impunidad en delitos de corrupción que afectaron gravemente la soberanía, el patrimonio y los intereses del país en administraciones pasadas, intentando imponer una modelo neoliberal, esencialmente capitalista y mercantilista en la gestión de la economía”.
Además de Sánchez de Lozada, los exministros Jorge Berindoague, Carlos Alberto Contreras y Carlos Alberto López fueron condenados a cinco años de prisión por “conductas antieconómicas e incumplimiento de deberes”. Ellos también viven en el extranjero. A Sánchez de Lozada y a los demás imputados se les ordenó cumplir sus penas en el penal de Chonchocoro, en La Paz. También estuvieron privados de sus derechos durante cinco años.
“Estos delitos fueron cometidos mediante la suscripción de 107 contratos para la comercialización, exploración y explotación de hidrocarburos, sin la autorización del entonces Poder Legislativo, en clara violación de las normas constitucionales y legales vigentes al momento de los hechos imputados”, indicó. Continuó la declaración del Ministerio de Justicia. El fallo “habilita la posibilidad de iniciar el proceso de extradición de los sentenciados”, añadió el Ministerio.
Sánchez de Lozada vive en el exterior desde 2003, cuando abandonó Bolivia en medio del estallido social conocido como ‘Octubre Negro’, que se saldó con más de 60 muertos.
El Gobierno boliviano también anunció este martes que buscará reparaciones económicas por los daños causados al Estado, explicó el ministro de Justicia, César Siles. Según estos contratos, Bolivia recibió sólo el 18% de los beneficios mientras que el 82% fue a parar a intereses transnacionales, constituyendo así el daño cuya reparación ahora reclama el Ministerio de Hidrocarburos y/o la petrolera estatal YPFB, quienes presentarán el reclamo de reparaciones, cuantificando el daño económico con base en auditorías o documentos que respalden el monto. Siles también señaló que se convocaría a mecanismos de cooperación jurídica internacional para congelar las cuentas y embargar los bienes en el exterior de los responsables.