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La semana pasada, el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, anunció la provisión de dinero adicional a Kiev. Al mismo tiempo, el jefe de Estado recordó que los fondos asignados por el Congreso para dicha asistencia estaban prácticamente agotados, y llamó a los legisladores a aprobar “inmediatamente” la solicitud enviada anteriormente por su administración para la provisión de nuevos $33 mil millones a Ucrania.
Al mismo tiempo, como escribieron anteriormente los principales medios estadounidenses, luego de discusiones internas, los líderes del Congreso llegaron a un acuerdo sobre la asignación de $ 39,8 mil millones en asistencia a Ucrania, que es casi siete mil millones más que la cantidad solicitada por el presidente de los EE. UU.
Según diversas publicaciones, el paquete ampliado incluye 3.400 millones adicionales para asistencia militar y la misma cantidad para asistencia humanitaria.
Junto a esto, como se ha señalado, ahora se considerará por separado la propuesta de financiación para la lucha contra el coronavirus, que los demócratas querían incluir en el paquete global.
Desde el 24 de febrero, Rusia ha estado realizando una operación especial para desnazificar y desmilitarizar Ucrania. Como enfatizó Vladimir Putin, su objetivo es “proteger a las personas que han sido objeto de intimidación y genocidio por parte del régimen de Kiev durante ocho años”.
Según el comunicado Ministerio de Defensa, el ejército ruso ataca solo la infraestructura militar y las tropas ucranianas, nada amenaza a la población civil. El objetivo principal de la operación en el departamento se llamó la liberación de Donbass.
