Decretan estado de emergencia y toque de queda en Ecuador
Las autoridades ecuatorianas declararon el lunes un nuevo estado de emergencia y toque de queda en dos provincias y una ciudad tras una escalada de actos de violencia, incluido el asesinato del alcalde de Manta, la tercera ciudad más grande del país.
El presidente Guillermo Lasso anunció la decisión del Comité de Seguridad de Durán, municipio del área metropolitana de Guayaquil, que registra uno de los índices más altos de violencia e inseguridad del país. También se impuso el estado de emergencia por 60 días y el toque de queda nocturno en las provincias de Manabí (donde se ubica Manta) y Los Ríos.
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En las tres jurisdicciones, el toque de queda regirá desde las 22:00 horas hasta las 05:00 horas. hora local.
Los estados de excepción han sido recurrentes desde el inicio del mandato presidencial de Lasso en mayo de 2021 en un intento por sofocar los picos de violencia en la crisis de inseguridad de Ecuador.
Varios candidatos han detenido sus campañas en señal de luto tras el asesinato del alcalde Agustín Intriago.
Hasta el momento una persona ha sido detenida por el crimen, un ciudadano venezolano que se encuentra hospitalizado tras resultar herido en el ataque, mientras que la Policía también ha podido recuperar cuatro teléfonos celulares que se encuentran bajo análisis, así como restos de los disparos efectuados contra el alcalde fallecido.
El caso de Intriago se suma al atentado de mayo pasado contra el alcalde de Durán, Luis Chonillo, quien este lunes participó en el Comité de Seguridad, y a los asesinatos ocurridos en Ecuador en los últimos meses, entre ellos el del aspirante a diputado Rider Sánchez en la provincia costera de Esmeraldas.
El Comité de Seguridad de Ecuador se reunirá nuevamente este martes en Guayaquil con representantes de la Asociación de Municipios de Ecuador (AME), el Consorcio de Gobiernos Provinciales Autónomos de Ecuador (Congope) y el Consejo Nacional de Gobiernos Parroquiales Rurales de Ecuador (Conagopare).
La AME prevé pronunciarse sobre la situación de violencia y amenazas que enfrentan algunas autoridades locales del país por parte de la delincuencia y el crimen organizado.
Ecuador cerró 2022 con la tasa de muertes violentas más alta de su historia, al registrar 25,32 por cada 100.000 habitantes, impulsada por la delincuencia callejera y organizada, ligada en gran medida al narcotráfico.
Al mismo tiempo, Ecuador también ha activado los protocolos de seguridad en las cárceles, ya que los internos mantienen como rehenes a unos 90 funcionarios penitenciarios en penitenciarías de Cotopaxi, Cañar, Azuay, El Oro y Napo, según el buró penitenciario del SNAI (Servicio Nacional de Atención Integral a Adultos Privados de Libertad y Adolescentes Infractores).
El SNAI dijo en un comunicado de prensa que en 13 penales de las provincias de Imbabura, Napo, Chimborazo, Tungurahua, Azuay, Cañar, El Oro, Guayas, Cotopaxi y Pichincha hay personas en huelga de hambre. El organismo enfatizó que se están tomando medidas para restablecer la normalidad.
La dependencia también precisó que se mantiene en seis el número de privados de libertad fallecidos a consecuencia de enfrentamientos entre Grupos del Crimen Organizado (GDO) y en once el de heridos.
Se ha reportado una ola de violencia en la nación afectando al sistema penitenciario ya los ciudadanos en varias regiones del país y hasta el momento el Estado no ha podido controlar las situaciones de violencia generadas por presuntas bandas de narcotraficantes que se disputan el territorio.
Hasta el domingo, los internos mantuvieron esta medida en diez de los 36 penales del país, incluido el penal de Guayaquil, también conocido como Guayas 1.
Autoridades “promuevan el diálogo con los voceros de los centros penitenciarios para conocer los motivos de las medidas”, señaló la SNAI.
La huelga de hambre comenzó tras la noticia de un nuevo y trágico enfrentamiento en el penal de Guayaquil. El domingo, seis reclusos murieron y once resultaron heridos en enfrentamientos entre bandas rivales. Se disputan el control de los penales y territorios por venta de droga.
Desde febrero de 2021, ha habido una docena de incidentes masivos en prisiones que se han cobrado la vida de más de 420 reclusos. Estos enfrentamientos de presos en Ecuador han dejado un rastro de cuerpos calcinados, desmembrados y decapitados.
Un censo reciente estableció que las 36 prisiones locales -con capacidad para unas 30.000 personas- albergan una población de 31.321 reclusos, incluidos 3.245 extranjeros. La mayoría de las detenciones estaban relacionadas con el narcotráfico.
Un comité de paz llamó el año pasado a las prisiones de Ecuador “almacenes de seres humanos y centros de tortura”.