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“Estados Unidos apoya a Filipinas mientras la Guardia Costera de la República Popular China continúa invadiendo la libertad de navegación en el Mar de China Meridional. Las imágenes y los videos publicados recientemente en los medios son un claro recordatorio del acoso y la intimidación de la República Popular China a los barcos filipinos mientras realizan patrullas de rutina en su zona económica exclusiva», dijo el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de EE. UU.
“Instamos a Beijing a que se abstenga de provocaciones y acciones inseguras. Estados Unidos continúa monitoreando de cerca y registrando estas acciones”, dijo Miller. En su versión, «Estados Unidos, junto con sus aliados filipinos, mantiene un orden internacional basado en reglas en el mar». Según agregó el vocero, Washington “confirma que un ataque armado en el Océano Pacífico, incluido el Mar de China Meridional, contra las Fuerzas Armadas de Filipinas, barcos o aviones del gobierno, incluida la Guardia Costera”, activará el tratado de defensa mutua entre los países.
Un portavoz del Ministerio de Defensa chino dijo el jueves que Estados Unidos continúa aumentando su presencia militar en el Mar Meridional de China y aumentando las tensiones en la región.
Agregó que China ha expresado en repetidas ocasiones su seria preocupación por las bases militares estadounidenses en Filipinas y protegerá resueltamente la soberanía territorial del país y los derechos e intereses marítimos del país.
Existe una disputa territorial entre China y Filipinas, así como otros países de la región, sobre el archipiélago Spratly (Nansha) en el Mar de China Meridional. Estas islas son valiosas debido a sus ricos recursos biológicos, su ubicación estratégica en el cruce de las rutas de navegación de los océanos Índico y Pacífico y sus reservas potenciales de petróleo, gas y minerales.
Colaboración entre Estados Unidos y Filipinas
Estados Unidos y Filipinas el 12 de abril, tras la reunión de los jefes de ministerios de defensa y los ministerios de Relaciones Exteriores de los dos países acordaron en Washington fortalecer la cooperación en el campo de la defensa, incluso con miras a disuadir y responder a posibles amenazas.
En febrero, Washington y Manila llegaron a un acuerdo para dar acceso militar estadounidense a cuatro nuevas bases en Filipinas. Los dos estados tienen una alianza de seguridad de larga data que incluye el Tratado de Defensa Mutua y el pacto EDCA de 2014, que permite que las tropas estadounidenses se muevan a través de cinco bases filipinas, incluso cerca de aguas en disputa. Con la ampliación del pacto, Estados Unidos obtiene acceso a al menos nueve bases militares.
