Buenos Aires, Argentina – La policía argentina realizó una segunda detención por el caso de la periodista asesinada Griselda Blanco. Los investigadores dijeron que la nueva evidencia que condujo al arresto apunta a una disputa personal entre Blanco y un empresario local, y no implica que ella informara, como su familia y colegas sugirieron en los días posteriores a su asesinato.
Darío Holzweissig, de 46 años, un restaurantero local de Curuzú Cuatiá, un pueblo a 600 kilómetros al norte de Buenos Aires donde Blanco fue encontrado muerto el 20 de mayo con signos de estrangulamiento, fue detenido por las autoridades el 25 de mayo.
Según los investigadores, los mensajes de texto borrados extraídos del teléfono de Blanco sugerir que Blanco y Holzweissig, que supuestamente tenían vínculos comerciales, también podrían haber tenido una relación íntima, y que Blanco podría haber estado amenazando a Holzweissig con que le revelaría su relación a su esposa.
Una revisión de las imágenes de CCTV locales también muestra supuestamente el automóvil de Holzweissig cerca de la casa de Blanco durante el momento del asesinato.
La exabogada de Blanco, Silvia Casarrubia, niega que el periodista tuviera una aventura con Holzweissig, y dijo que su relación era puramente profesional. “Lo imputaron por homicidio simple, si hubo relación debieron imputarlo por feminicidio”, el abogado dijo Tennesse.
Según la legislación nacional, la diferencia sustancial entre homicidio y feminicidio es que este último está determinado por razones de género. “El femicidio perpetúa los patrones que culturalmente se han asignado a las mujeres: subordinación, debilidad, sentimientos, delicadeza, feminidad, etc”, se lee en el protocolo para la investigación de muertes violentas contra mujeres por parte del Ministerio Público.
Casarrubia dijo que Holzweissig pagó publicidad en la página de Facebook de Blanco que ella usaba como su propio medio de comunicación y que de repente dejó de pagar. Según el abogado, Blanco presionó a Holzweissig para que le pagara e incluso subió una publicación sobre él en su página, aumentando la tensión entre ambos.
“Él la acosaba tanto que hasta Griselda le dijo a sus hijos que su vida corría peligro y ellos son los que llevaron el nombre del empresario a la Fiscalía”, dicho Casarrubia.
Blanco, de 45 años, era periodista radial del programa local “Hablemos Claro”, y también publicaba noticias en sus redes sociales. Fue encontrada muerta el 20 de mayo con signos de estrangulamiento y golpes, informaron medios locales.
El periodista había informado sobre la corrupción local en el pueblo, incluyendo investigaciones a la policía local por abuso de poder. Después de su muerte, familiares y colegas inicialmente dijeron que su asesinato podría estar relacionado con sus reportajes.
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Días después de su asesinato, la policía arrestó a la expareja de Blanco, Armando Jara, como principal sospechoso. Más tarde fue liberado, pero las autoridades han dicho que no lo descartan como sospechoso.
La policía ahora está esperando los resultados de la autopsia de Blanco, y se alega que se encontró cabello en una de las manos de la víctima.