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PORT CANAVERAL, Florida: El presidente ejecutivo Bob Chapek presentó el miércoles (29 de junio) el primer crucero nuevo de Walt Disney Co en una década, la culminación del primer proyecto que el ex ejecutivo de parques temáticos defendió ante la junta directiva de la compañía.
El lanzamiento del Disney Wish para 4000 pasajeros es un punto brillante para Chapek, quien se convirtió en director ejecutivo de Disney en febrero de 2020 y aseguró una extensión de contrato de tres años el martes luego de controversias recientes que generaron preguntas sobre su mandato.
Llevó más de seis años sacar al mercado el Wish de 144.000 toneladas, dijo Chapek a los invitados en una ceremonia de bautizo que contó con fuegos artificiales y apariciones de Mickey y Minnie Mouse, Ant-Man, Chewbacca y otros personajes de la amplia cartera de Disney.
En el barco, «combinamos estos asombrosos personajes e historias con una tecnología increíble para crear nuevas experiencias», dijo Chapek.
El negocio de los cruceros es parte de la enorme unidad de parques temáticos, experiencias y productos de Disney, que se ha recuperado de los cierres por la pandemia. Los ingresos operativos alcanzaron los 4200 millones de USD en la primera mitad del año fiscal 2022, frente a una pérdida de 535 millones de USD el año anterior.
Disney no revela cuánto contribuyen los cruceros a las ganancias, pero Chapek dijo a los inversionistas en noviembre que el negocio ha generado «un retorno de la inversión de dos dígitos» dado el precio premium que cobra Disney.
The Wish, el quinto barco de la flota de Disney, «inicia la expansión más grande en la historia de Disney Cruise Line», dijo Josh D’Amaro, presidente de la división de parques de Disney. Se entregarán dos barcos más para 2025.
El nuevo barco zarpa mientras la industria de cruceros trabaja para atraer a los clientes después de un cierre de 15 meses durante la pandemia de COVID-19.
La Asociación Internacional de Líneas de Cruceros estima que el volumen de pasajeros podría tardar hasta finales de 2023 en superar los niveles de 2019, cuando 29,7 millones de personas abordaron barcos en todo el mundo.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU. aún advierten que el COVID-19 «se propaga fácilmente entre las personas que se encuentran en lugares cerrados a bordo de los barcos» y que incluso los pasajeros vacunados pueden infectarse.
En Disney Wish, la compañía buscará atraer a los vacacionistas con lo que promociona como su primera atracción en el mar, el AquaMouse. El paseo similar a un parque temático incorpora cortometrajes animados con Mickey Mouse y otros personajes de Disney mientras los visitantes flotan a través de 230 metros de tubos sinuosos suspendidos sobre las cubiertas superiores del barco.
Las nuevas experiencias gastronómicas colocan a las familias dentro de los mundos de «Frozen» de Disney y Marvel’s Avengers. Para los adultos, Disney creó un salón hiperespacial con temática de Star Wars que evoca el aspecto de los cruceros estelares en “Solo: A Star Wars Story”.
El barco también cuenta con una experiencia interactiva que une los mundos físico y digital, utilizando la aplicación de navegación de Disney Cruise Line. La aplicación convierte el teléfono del usuario en un “anteojo” virtual para observar las constelaciones en el cielo nocturno (que aparecen como personajes de Disney y Pixar) y embarcarse en aventuras.
El juego interactivo marca un paso hacia el logro del objetivo de Chapek de establecer una presencia en el metaverso. El ejecutivo ha defendido las experiencias virtuales como una forma de mantener a los consumidores de Disney conectados con los personajes y las historias que aman entre estrenos de películas y visitas a parques temáticos.
El Disney Wish partirá en su primer viaje el 14 de julio desde Puerto Cañaveral en Florida.
Disney se ha visto envuelto en una controversia en el estado luego de que la compañía se opusiera a la legislación para limitar la discusión LGBTQ en las escuelas. Eso llevó a los legisladores estatales a aprobar una medida que elimina el estatus de autogobierno de la compañía para Walt Disney World en Orlando, aunque el esfuerzo aún no ha tenido efecto.
Los empleados de Disney habían instado a la compañía a hablar en contra de la legislación LGBTQ, que los opositores denominaron proyecto de ley «No digas gay».
