El gobierno francés dijo el jueves (6 de julio) que el comisario de Justicia de la UE, Didier Reynders, no tenía competencia para comentar sobre la actuación policial en Francia tras los recientes disturbios.
Después de que la policía matara a un joven de 17 años de un suburbio empobrecido de París, los disturbios en todo el país sacudieron el país y provocaron saqueos y daños generalizados por un total estimado de 1.000 millones de euros.
“Siempre hay un nivel muy alto de violencia” en Francia, dijo el miércoles el comisario europeo de Justicia, Didier Reynders, en reacción al comportamiento de la policía francesa en el contexto de su respuesta a los disturbios.
“Realmente necesitamos tener una reflexión sobre cómo organizar la vigilancia”, agregó, citando el período de los ‘chalecos amarillos’, las manifestaciones contra la reforma de las pensiones y, más recientemente, los disturbios.
El gobierno francés reaccionó a través de su ministra de Asuntos de la UE, Laurence Boone: «Estoy muy sorprendida porque la vigilancia no es parte de las prerrogativas europeas», dijo en la cadena pública. Radio Francia Internacional (RFI) el jueves por la mañana.
“El señor Reynders publicó un informe ayer [Wednesday] sobre el estado de derecho en los países de la Unión […]y no hay nada sobre vigilancia”, añadió Boone, subrayando la falta de competencia de la UE en este ámbito.
Preguntado sobre si el comisario se había “salido de su ámbito” y si se había “equivocado” al expresarse como lo había hecho, el ministro respondió afirmativamente. La situación era «dramática», dijo, y requería apaciguamiento, no «pequeños comentarios». […] de personas que no están calificadas para decir eso”.
En cuanto al fondo, Boone aseguró al gobierno francés que «sacaría conclusiones […] tranquilamente».
Este tipo de problemas “no son exclusivos de Francia”, continuó, citando eventos similares en el Reino Unido, Dinamarca y Suecia. Boone agregó que, este fin de semana, su homólogo sueco había dicho que Estocolmo estaba analizando la doctrina policial de Francia, “para seguir el modelo francés y adaptarlo aquí. [in Sweden]”.
Finalmente, el ministro francés insistió en que la actuación de un policía no reflejaba el comportamiento de la policía francesa en su conjunto, que “no hay problema de seguridad en Francia” ni “racismo sistémico en la policía”.
El viernes pasado, Francia ya había criticado la declaración de la portavoz de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, que pedía a Francia que mirara «seriamente» los problemas de racismo y discriminación racial dentro de su cuerpo policial.
“Cualquier acusación de racismo sistémico o discriminación por parte de las fuerzas del orden en Francia es totalmente infundada”, dijo el Ministerio de Relaciones Exteriores francés en un comunicado el sábado (1 de julio).
“La policía está afrontando situaciones y actos de extrema violencia con gran profesionalismo”, añadió el Ministerio.
[Edited by Alice Taylor]