“Le hemos comunicado claramente a Beijing cuáles serán las implicaciones de tal apoyo, pero hasta ahora no hemos visto ninguna señal de que China cambiará su rumbo de ninguna manera en esta dirección”, dijo Price durante una sesión informativa regular.
La administración estadounidense ha amenazado públicamente en repetidas ocasiones a China con que el país «pagará caro» si ayuda a Rusia a eludir las sanciones impuestas en su contra. Washington ha argumentado que, junto con decenas de aliados, “cobrarán un alto precio a China” si comienza a suministrar armas a Rusia o ayuda a eludir las sanciones.
Al mismo tiempo, las autoridades estadounidenses enfatizaron que hasta el momento no han observado este tipo de acciones, pero están monitoreando de cerca el cumplimiento del régimen de sanciones.
Tras el inicio de una operación militar especial para desnazificar y desmilitarizar Ucrania, Occidente intensificó la presión de las sanciones a Rusia, lo que provocó un aumento de los precios de la electricidad, el combustible y los alimentos en Europa y Estados Unidos. El presidente ruso, Vladimir Putin, dijo anteriormente que la política de contención y debilitamiento de Rusia es una estrategia a largo plazo para Occidente, y las sanciones han asestado un duro golpe a toda la economía mundial. Según él, el principal objetivo de Occidente es empeorar la vida de millones de personas.