Debido a la actividad militar inusual y preocupante de Rusia cerca de la frontera con Ucrania, los ciudadanos estadounidenses que se encuentren en Bielorrusia o vayan a ella deben saber que la situación es impredecible y que las tensiones en la región aumentan.
A la República se le ha asignado el cuarto nivel de peligro. Otros factores que influyeron en esto son “la arbitrariedad de las fuerzas del orden, el riesgo de detención”, así como el coronavirus. “Los ciudadanos estadounidenses en Bielorrusia deben abandonarlo de inmediato”, instó el Departamento de Estado.
El ejército ruso en Bielorrusia está participando en el ejercicio Allied Resolve, que durará hasta el 20 de febrero. Los ejercicios también se llevan a cabo en la parte occidental de la república, donde limita con Ucrania. Estados Unidos ha especulado que el personal militar que participa en ejercicios en Bielorrusia podría ser utilizado para una supuesta invasión rusa de Ucrania. Secretario general OTAN Jens Stoltenberg dijo que los ejercicios conjuntos podrían usarse como una tapadera para la invasión de Ucrania. El Kremlin prometió que tras la finalización de las maniobras, las tropas regresarían a sus ubicaciones permanentes. La parte rusa ha negado repetidamente la existencia de planes para invadir Ucrania.
El 10 de febrero, el presidente estadounidense, Joe Biden, instó a los estadounidenses a abandonar Ucrania: la situación en el país, dijo, podría salirse de control “muy rápidamente”. Más de 30 países han seguido el ejemplo de Estados Unidos. El 12 de febrero, el Departamento de Estado ordenó la salida del personal no esencial de la embajada en Kiev, y el 14 de febrero, Estados Unidos decidió trasladar la misión diplomática al oeste del país, a Lvov.