El Banco Mundial elevó el jueves (26 de diciembre) su pronóstico para el crecimiento económico de China en 2024 y 2025, pero advirtió que la débil confianza de los hogares y las empresas, junto con los vientos en contra en el sector inmobiliario, seguirían lastrando el país el próximo año.
La segunda economía más grande del mundo ha tenido problemas este año, principalmente debido a una crisis inmobiliaria y una tibia demanda interna. Un esperado aumento de los aranceles estadounidenses sobre sus productos cuando el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, asuma el cargo en enero también podría afectar el crecimiento.
«Abordar los desafíos en el sector inmobiliario, fortalecer las redes de seguridad social y mejorar las finanzas de los gobiernos locales será esencial para desbloquear una recuperación sostenida», dijo Mara Warwick, directora nacional del Banco Mundial para China.
«Es importante equilibrar el apoyo a corto plazo al crecimiento con reformas estructurales a largo plazo», añadió en un comunicado.
Gracias al efecto de la reciente flexibilización de las políticas y la fortaleza de las exportaciones a corto plazo, el Banco Mundial prevé que el crecimiento del producto interno bruto de China será del 4,9 por ciento este año, frente a su pronóstico de junio del 4,8 por ciento.
Beijing fijó un objetivo de crecimiento de «alrededor del 5 por ciento» este año, una meta que dice confiar en lograr.