TOKIO: Se espera ampliamente que el Banco de Japón mantenga una política monetaria ultraflexible el viernes a pesar de una inflación más fuerte de lo esperado, ya que se enfoca en respaldar una frágil recuperación económica en medio de una fuerte desaceleración en el crecimiento global.
También es probable que el banco central mantenga intacta su promesa de mantener «pacientemente» un estímulo masivo para garantizar que Japón logre de manera sostenible su objetivo de inflación del 2 por ciento acompañado de aumentos salariales.
Sin embargo, dado que los aumentos de precios muestran signos de expansión, los mercados se están centrando en si el gobernador del BOJ, Kazuo Ueda, ofrecerá una advertencia más fuerte sobre el riesgo de un exceso de inflación en su conferencia de prensa posterior a la reunión.
La revisión del BOJ se produce después de la decisión de la Reserva Federal el miércoles de pausar los aumentos de las tasas de interés mientras observa de cerca el impacto económico retrasado del ajuste monetario anterior.
En la reunión de dos días que finaliza el viernes, se espera que el BOJ mantenga su objetivo de tasa de interés a corto plazo de -0,1 por ciento y un tope de 0 por ciento en el rendimiento de los bonos a 10 años establecido bajo su control de curva de rendimiento (YCC) política.
Si bien el banco central puede advertir sobre los riesgos para el panorama mundial, es probable que mantenga su opinión de que la economía de Japón se encamina hacia una recuperación moderada gracias a un repunte del consumo posterior a la pandemia, dijeron fuentes a Reuters.
La inflación subyacente al consumidor de Japón alcanzó el 3,4 por ciento en abril, manteniéndose por encima del objetivo del BOJ durante más de un año, manteniendo vivas las expectativas del mercado de que el banco eliminará el YCC en algún momento de este año.
Ueda ha descartado repetidamente la posibilidad de un ajuste de YCC a corto plazo, argumentando que la reciente inflación impulsada por los costos se ralentizará por debajo del objetivo del BOJ a finales de este año.
Pero también dijo que el BOJ «actuará con rapidez» si sus proyecciones de inflación resultan incorrectas, y señaló señales de que el comportamiento de fijación de precios de las empresas estaba comenzando a cambiar.
Con las empresas ofreciendo los aumentos salariales más grandes en tres décadas, el BOJ también está dejando caer indicios de que la era prolongada de estancamiento salarial en Japón podría estar llegando a su fin.
En un documento académico publicado en mayo, el BOJ dijo que la inflación y el crecimiento de los salarios podrían acelerarse abruptamente una vez que los costos excedan cierto umbral, y que una vez que los salarios comiencen a aumentar, la tendencia podría persistir.
Muchos funcionarios del BOJ, sin embargo, prefieren quedarse quietos por ahora para examinar los desarrollos económicos globales y las ganancias corporativas, en busca de pistas sobre si los salarios seguirán aumentando el próximo año.
La economía de Japón se está recuperando con retraso de la pandemia y se expandió un 2,7 % anualizado en el primer trimestre, con un sólido gasto empresarial y doméstico que moderó el golpe de las exportaciones blandas.