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La presidencia checa propuso una membresía completa en Schengen por etapas en lugar de inmediata para Bulgaria y Rumania para desbloquear su admisión, dicen fuentes diplomáticas, pero esto no fue suficiente.
La semana pasada, las ambiciones de Rumanía y Bulgaria de unirse al espacio Schengen de libre circulación encontraron resistencia en el Consejo. Los Países Bajos se mostraron molestos por el “progreso insuficiente” de Bulgaria en la lucha contra la corrupción y el respeto del estado de derecho, y Austria por los supuestos riesgos de seguridad de la inmigración ilegal, que según Viena están asociados con la ampliación de Schengen.
En el caso de Viena, probablemente no se trate de un miedo genuino a la inmigración ilegal, sino más bien de un juego político. Como dijo una fuente diplomática a EURACTIV.cz, otros estados han advertido sin éxito a Austria que sus «números simplemente no cuadran».
La fuente sugirió que el partido gobernante de Austria, que está perdiendo apoyo, de hecho está tratando de encontrar un tema fuerte sobre el cual ganar votantes.
La ampliación de Schengen es una de las prioridades de la Presidencia checa. En cuanto a los esfuerzos para encontrar un compromiso, una dijo una fuente diplomática a EURACTIV.cz la Presidencia estaba ofreciendo una solución en forma de una adhesión «por etapas» de Bulgaria y Rumanía a Schengen.
Esto podría ser, por ejemplo, eliminar los controles en los aeropuertos y tomar medidas adicionales por etapas. Pero, según los informes, algunos estados no tenían la voluntad de ponerse de acuerdo ni siquiera en eso.
En la actualidad, es difícil predecir cuándo será posible “reparar el daño” y persuadir a Austria y los Países Bajos para que retiren sus vetos. Pero una cosa está clara: no sucederá bajo la Presidencia checa. La próxima reunión de ministros del Interior no está prevista hasta finales de enero, cuando los suecos estarán al frente del Consejo.
(Ondřej Plevák | EURACTIV.cz)
