Emitido el:
Hace veinte años, terminó en Angola una de las guerras más largas, brutales y mortíferas del siglo pasado. En 27 años, este conflicto dejó cerca de 1 millón de muertos y 4 millones de desplazados. También ha dejado al país en ruinas: en 2002, el 60 por ciento de los angoleños no tenían acceso al agua potable y el 30 por ciento de los niños morían antes de los cinco años. ¿Se ha recuperado el país de África occidental de estos años oscuros? Lo descubrimos en este reportaje de Clément Bonnerot, Dombaxi Sebastiao, Evan Claver y Juliette Dubois.
angolaLa guerra civil de Portugal comenzó cuando su amo colonial Portugal se fue en 1975, dejando a los movimientos independentistas rivales para luchar. en medio de la Guerra Fría, el país de África occidental se convirtió en el campo de batalla de un conflicto de poder entre el bloque comunista y el de Estados Unidos y sus aliados. De un lado estaba el MPLA de Agostinho Neto, apoyado por la URSS y Cuba, y del otro, la UNITA de Jonas Savimbi, apoyada por Sudáfrica, Estados Unidos y el Reino Unido.
Las etapas iniciales de la guerra vieron victorias para el MPLA, que se hizo cargo de la capital y estableció un gobierno de facto. Pero la lucha se intensificó a mediados y finales de la década de 1980, culminando en la Batalla de Cuito Cuanavale en 1988 en la que murieron casi 10.000 soldados y ambos bandos reclamaron la victoria.
Posteriormente, se mantuvo un alto el fuego hasta 1992, cuando Naciones Unidas-Se celebraron elecciones supervisadas. El MPLA ganó, pero Savimbi declaró fraude y rechazó los resultados, y se reanudó la lucha. No terminó hasta 10 años después, cuando las tropas gubernamentales mataron a Savimbi en 2002.
Recursos petroleros preciosos
Desde entonces, el país (que todavía está gobernado por el MPLA) ha estado luchando por recuperarse por completo. Aunque la mayor parte de la infraestructura dañada por la guerra ha sido reconstruida, las cicatrices del conflicto aún están presentes, especialmente en Luena y Huambo, donde los excombatientes y las víctimas se sienten abandonados.
Luanda, la capital, se ha beneficiado del auge económico de la década de 2000 y del aumento de los precios del petróleo, del cual el país obtiene el 70 por ciento de sus ingresos. Miembro de la OPEP durante unos 15 años, Angola ocupó el puesto 16 entre los principales países productores de petróleo en 2019. Con sus rascacielos y su frente renovado, la capital proyecta la imagen de una Angola próspera y moderna. Sin embargo, esto contrasta fuertemente con la realidad de la mayoría de los habitantes del país, la mitad de los cuales vive con menos de dos dólares al día.
Angola también sigue siendo uno de los países más corruptos del mundo, a pesar de las promesas del presidente João Lourenço de luchar contra la corrupción. En el ranking 2021 de Transparency International, Angola ocupa el puesto 136 (a pesar de haber subido 29 lugares desde el informe anterior).
Una nueva generación, encarnada en particular por el activista político Hitler Samussuku, se levanta para luchar por la democracia y la justicia social. Para ellos, la paz no significa simplemente deponer las armas, aún debe construirse.