Por Brett Rowland (The Center Square)
El gobierno federal tomó prestados 1,9 billones de dólares en los primeros once meses del año fiscal 2024, incluidos 380.000 millones en agosto, una cantidad sorprendente en un momento en que los organismos de control federales hacen sonar la alarma sobre el gasto.
Esas cifras de endeudamiento proceden de los últimos Estado de cuenta mensual del Tesoro del Departamento del Tesoro.
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Maya MacGuineas, presidenta del Comité para un Presupuesto Federal Responsable, dijo que se trata de aproximadamente 6 mil millones de dólares prestados por día este año fiscal.
“Estados Unidos se enfrenta a grandes desafíos fiscales en un futuro muy cercano: solo el año que viene tendremos que afrontar la cuestión multimillonaria de extender los recortes impositivos de 2017, tendremos que elevar el techo de la deuda y tendremos que abordar la expiración de los topes de gasto discrecional”, afirmó. “En solo tres años, la deuda nacional representará una proporción mayor de la economía que en cualquier otro momento de la historia. Y en menos de una década, el fondo fiduciario de jubilación de la Seguridad Social se declarará insolvente, lo que dejará a los beneficiarios con recortes automáticos y generalizados sin acción”.
Dijo que es hora de que el expresidente Donald Trump y la vicepresidenta Kamala Harris profundicen en los temas.
“Dados estos plazos apremiantes, es más importante que nunca que los candidatos presidenciales tomen en serio las amenazas que plantean la deuda y los déficits elevados y en aumento”, dijo MacGuineas. “Sin embargo, el debate de principios de esta semana fue otra oportunidad para lograr claridad fiscal que no tuvo éxito; en cambio, escuchamos mucho más sobre lo que los candidatos proponen para nuevos gastos y recortes de impuestos que sobre cómo los financiarán”.
Dijo que los candidatos necesitan presentar un plan.
“Tanto los funcionarios electos como los candidatos al cargo más importante de nuestra nación tendrán que centrarse en los detalles de la reducción del déficit –y pronto– si queremos ver un presupuesto federal más responsable convertirse en realidad”, afirmó.
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El brazo de investigación del Congreso ha dado advertencias similares. Un organismo de control del Congreso le dijo al presidente Joe Biden y al Congreso en febrero que el gobierno federal está en una «sendera fiscal insostenible a largo plazo». El informe de la Oficina de Responsabilidad Gubernamental de Estados Unidos dijo que los niveles de gasto federal no podrían mantenerse a largo plazo.
“El gobierno federal se enfrenta a una trayectoria fiscal insostenible a largo plazo”, según el informe de la Oficina de Responsabilidad Gubernamental de Estados Unidos. “Proyectamos que la deuda pública como porcentaje de la economía se duplicará con creces en los próximos 30 años y crecerá más rápido que la economía a largo plazo si no se modifican las actuales políticas de ingresos y gastos”.
El Contralor General de Estados Unidos, Gene Dodaro, dijo que el Congreso debe tomar medidas.
“El Congreso y la administración deben actuar para sacar al país del insostenible rumbo fiscal a largo plazo en el que se encuentra actualmente”, dijo Dodaro, quien dirige la GAO. “El nivel de deuda federal está creciendo a un ritmo que podría amenazar la vitalidad de la economía de nuestra nación y la seguridad y el bienestar del pueblo estadounidense. Tanto las cuestiones de gasto como las de ingresos deben abordarse como parte de un plan integral a largo plazo”.
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