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SINGAPUR: El euro se mantuvo por debajo de la paridad el viernes, ya que los inversores observaron una posible desaceleración en las futuras alzas de tasas por parte del Banco Central Europeo, mientras que el yen estaba en camino a su mejor semana en más de dos meses antes de una decisión política clave del banco central.
El euro caía un 0,05 por ciento a 0,9960 dólares, luego de una caída de más del 1 por ciento durante la noche, luego de que el BCE aumentara las tasas en 75 puntos básicos, como se esperaba, pero adoptó un tono más moderado en su perspectiva de tasas.
El banco central eliminó una referencia al aumento de las tasas «durante las próximas reuniones» que había en su declaración de septiembre, que los operadores interpretaron como que una serie de grandes aumentos de tasas estaba llegando a su fin.
«Las decisiones de política del BCE fueron menos agresivas de lo que la mayoría esperaba. La mayor parte de la sorpresa provino, en realidad, de los comentarios de Christine Lagarde diciendo que el BCE ya ha logrado un progreso sustancial en el retiro de la política de estímulo», dijo Carol Kong, estratega cambiaria de Banco de la Commonwealth de Australia.
El índice del dólar estadounidense, que mide el billete verde frente a una cesta de monedas, siendo el euro el que tiene la mayor ponderación, subió un 0,06 por ciento a 110,62, tras ganar casi un 0,8 por ciento durante la noche.
«Creo que las ganancias del dólar estadounidense reflejan principalmente la reunión moderada del BCE, así como la caída del euro/dólar», dijo Kong.
El dólar había caído a principios de semana con la esperanza de un posible pivote de la Fed.
El yen se compró por última vez a 146,41 por dólar y se encaminaba a una ganancia semanal de casi un 1 por ciento, la mayor desde agosto.
La moneda frágil ha recibido el apoyo de la supuesta intervención de las autoridades japonesas para apuntalar el yen el viernes pasado y el lunes.
El Banco de Japón anuncia su decisión de política monetaria el viernes y parece dispuesto a mantener sus tasas de interés ultrabajas, ejerciendo más presión sobre el yen como resultado de los crecientes diferenciales de tasas de interés con el resto del mundo.
«Por el momento, realmente no veo ningún caso para un cambio en la política monetaria del Banco de Japón», dijo Kong de CBA.
«Cuidado con otra posible intervención cambiaria en el dólar/yen».
El mes pasado, Japón intervino en el mercado de divisas para comprar yenes por primera vez desde 1998, justo después de la decisión del BOJ de apegarse a su postura política súper laxa.
Los datos del viernes mostraron que los precios al consumidor subyacentes en la capital de Japón, un indicador líder de las cifras a nivel nacional, aumentaron un 3,4 por ciento en octubre respecto al año anterior, marcando el ritmo anual más rápido desde 1989.
Por otra parte, la libra esterlina cayó un 0,12 por ciento a 1,155 dólares, pero se encaminaba a un avance semanal del 2 por ciento, por el optimismo de que el nuevo primer ministro británico, Rishi Sunak, ofrecería un antídoto al desastre dejado por su predecesora, Liz Truss.
El dólar australiano bajó un 0,09 por ciento a $ 0,64485, mientras que el kiwi bajó un 0,11 por ciento a $ 0,5823, aunque ambos parecían listos para extender una segunda semana consecutiva de ganancias.
