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«Por supuesto que también he cometido errores», dijo Kurz sobre su carrera política de 10 años. «Espero con ansias el día en que pueda probar en la corte que las acusaciones en mi contra son falsas».
Kurz agregó que había trabajado «día y noche con su equipo» en la última década, siempre con entusiasmo y alegría, pero dijo que en las últimas semanas su «entusiasmo comenzó a desvanecerse», a la luz de las acusaciones de corrupción en su contra.
El excanciller está siendo investigado por denuncias de que se utilizó dinero del gobierno para garantizar una cobertura positiva en un diario, dijeron fiscales austriacos en octubre.
Kurz llevó al ÖVP al gobierno en 2017, en coalición con el Partido de la Libertad de extrema derecha, después de haber convertido la afluencia de refugiados de 2015 en un ganador de votos en las urnas.
Llegó al poder justo cuando el control de la canciller Angela Merkel en la vecina Alemania parecía debilitarse. Parecía dispuesto a desmantelar al menos parte de su enfoque acogedor hacia los migrantes y llevar al continente por un camino más duro, a pesar de insistir regularmente en su apoyo al proyecto europeo.
Él y su gobierno perdieron un voto de censura en mayo de 2019, luego de un escándalo de corrupción provocado por un video filmado en secreto de su vicecanciller Heinz-Christian Strache. Pero volvieron al poder tras ganar unas elecciones generales en septiembre del mismo año.
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