El gobernador del Banco de Italia, Fabio Panetta, instó el jueves al Banco Central Europeo (BCE) a considerar nuevos recortes de tipos, afirmando que la actual política monetaria restrictiva corre el riesgo de obstaculizar el crecimiento económico.
Panetta hizo su llamado en el evento del Día Mundial del Ahorro en Milán, enviando un mensaje claro a la presidenta del BCE, Christine Lagarde.
El agresivo ajuste monetario del BCE tras el shock energético ha logrado frenar la inflación rápidamente, pero «las condiciones monetarias siguen siendo restrictivas, lo que requiere más recortes», dijo.
Panetta advirtió que ahora la atención debería centrarse en la lenta economía real. Sin una recuperación sostenida, advirtió, «corremos el riesgo de empujar la inflación muy por debajo de nuestro objetivo del 2%», una situación que sería difícil de abordar para la política monetaria y que debería evitarse.
«La economía europea sigue débil, agobiada por tasas de interés reales persistentemente altas y el retiro de estímulos fiscales pasados. La economía italiana está sintiendo la presión», dijo.
Al resaltar los motores del bajo crecimiento de Italia, Panetta también señaló la limitada capacidad de innovación, la falta de inversión y una base industrial fragmentada centrada en los sectores tradicionales, problemas exacerbados por la elevada deuda pública y los pagos de intereses.
El BCE ha promulgado tres recortes de tipos de 25 puntos básicos cada uno hasta el momento; la última reducción se anunció el 17 de octubre.
Panetta, una voz fuerte en el directorio del BCE, ha abogado constantemente por recortes de tipos, y planteó la cuestión por primera vez en su primer discurso como gobernador del banco en noviembre de 2023.
Las políticas de tipos del BCE han sido criticadas repetidamente por los funcionarios italianos.
Más recientemente, en septiembre, el Viceprimer Ministro italiano Antonio Tajani criticó la decisión del BCE de recortar las tasas de interés en un 0,25%, diciendo que era «demasiado tímida» y que «el BCE debería hacer más».
«Creo que el tratado fundacional debería revisarse porque limita el papel del BCE a controlar la inflación, mientras que también debería apoyar el crecimiento y la economía real», dijo Tajani en ese momento.
A las críticas se sumó también el ministro italiano de Negocios y Made in Italy, Adolfo Urso, calificando el recorte de «insuficiente» y pidiendo «un cambio de dirección inmediato».
Respondiendo a la presión política, Lagarde reiteró que el BCE es «una institución independiente, como dice claramente el Tratado de la UE, y no respondemos a presiones políticas».
(Alessia Peretti | Euractiv.it)