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MOSCÚ: Sergei Chemezov, jefe de la gran corporación rusa Rostec, dijo que estaba agradecido a los fabricantes de automóviles chinos por llenar el vacío creado por la salida de las marcas occidentales, pero que el estado podría considerar medidas de protección para los automóviles ensamblados.
Rostec es por lejos el actor más poderoso del sector de armas y automoción de Rusia, con una participación en el mayor fabricante de camiones de Rusia, Kamaz, y fue accionista controlador del mayor fabricante de automóviles, Avtovaz, anteriormente controlado por el francés Renault.
Los fabricantes de automóviles occidentales abandonaron el mercado ruso después de que Rusia enviara miles de tropas a Ucrania, cediendo a los fabricantes de automóviles chinos una parte importante del mercado automovilístico ruso. En la actualidad, los automóviles chinos nuevos circulan por todas partes en las carreteras de Moscú.
«Tras la marcha de las marcas occidentales, hubo escasez de coches en el mercado y había que cubrirla de alguna manera. Por cierto, hay que dar las gracias a los chinos», dijo Chemezov en una respuesta escrita a una solicitud de entrevista de Reuters.
«Cuando los alemanes, los japoneses y los coreanos les mostraron el dedo a los rusos, la industria automovilística china nos apoyó», afirmó Chemezov, añadiendo que el Estado encontrará una solución.
«El crecimiento de las marcas de coches chinas llama la atención», afirma Chemezov. «Hoy en día no hay escasez de coches en el mercado. Estoy seguro de que el Estado encontrará una solución. La importación de coches ensamblados se puede regular con medidas de protección».
Dijo que, por el contrario, los proyectos de los fabricantes de automóviles extranjeros con un alto nivel de localización deberían recibir apoyo estatal.
(Escrito por Gleb Stolaryov; editado por Guy Faulconbridge)
