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Para garantizar la paz y la prosperidad, la UE necesita una llamada «capacidad fiscal común», dijo Fabio Panetta, presidente del Banco de Italia y ex miembro del comité ejecutivo del Banco Central Europeo, en la cumbre católica anual de más alto nivel de Italia en la ciudad de Rímini el miércoles.
La ciudad del norte de Italia acoge cada año el Encuentro por la Amistad entre los Pueblos, promovido por el Movimiento Comunión y Liberación. El encuentro de este año, que se desarrolla de martes a sábado, tiene como tema: “Si no buscamos lo esencial, ¿qué buscamos?”.
Panetta, que intervino en la reunión de Rimini el martes, decidió centrar su discurso en la UE.
Según él, la UE es esencial porque garantiza la paz y la prosperidad, pero para garantizarlo necesita reformas, empezando por “una capacidad fiscal común”.
En su discurso, Panetta también advirtió contra los “impulsos nacionalistas que frenan el proceso de integración”. No hay que caer en la complacencia, dijo, ya que “la respuesta colectiva a la pandemia no ha hecho más que frenar esta tendencia”.
Panetta también enumeró los desafíos y debilidades que requieren que la UE “emprenda reformas de gran alcance e invierta fuertemente en los próximos años”.
“Entre las reformas, ya he destacado la importancia de crear una capacidad fiscal común, sin la cual la actual gobernanza europea –caracterizada por una política monetaria única y políticas presupuestarias fragmentadas a nivel nacional– sigue siendo desequilibrada”, afirmó.
“La idea de que la UEM puede funcionar eficazmente sin una capacidad fiscal centralizada es simplemente una ilusión y debe ser superada. Una política fiscal común corregiría este desequilibrio y reforzaría la cohesión entre los países miembros, facilitando la realización de inversiones estratégicas a gran escala”, añadió el jefe del banco central.
Panetta también recordó “los ámbitos clave en los que centrar los esfuerzos: la doble transición –ambiental y digital– y sectores estratégicos como la alimentación, la energía, la salud y la defensa”. Se trata de “bienes públicos supranacionales que requieren un enfoque coordinado a nivel europeo”.
Por ello, pidió “la ampliación del mercado único a sectores actualmente excluidos, como las telecomunicaciones y la energía” y “la culminación de la unión bancaria y la realización de un mercado único de capitales”.
También pidió a Italia que aplique, en el mejor de los casos, el Next Generation EU y que reduzca su deuda pública aplicando al mismo tiempo reformas estructurales para aumentar la productividad.
(Roberto Castaldi | Euractiv.it)
