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Un líder de la oposición en el exilio de Bielorrusia ha exigido que el presidente Alexsandr Lukashenko rinda cuentas por la complicidad de su régimen en la guerra de Ucrania y que los soldados rusos se retiren de suelo bielorruso, después de una investigación de la CNN reveló nueva evidencia de que el país brindó asistencia médica a las tropas rusas heridas.
Rusia utilizó a Bielorrusia como escenario por su invasión de Ucrania en febrero, desplegando tropas y armamento en su territorio. Un informe de CNN publicado el miércoles encontró que el gobierno autoritario de Bielorrusia también brindó asistencia médica al personal militar ruso, que fue trasladado en secreto a varios hospitales civiles en la región sureña de Gomel y tratado por médicos bielorrusos que operaban bajo estricta vigilancia.
La líder de la oposición Sviatlana Tsikhanouskaya, que vive exiliada en Lituania desde 2020, dijo que el régimen de Lukashenko había ayudado a facilitar la agresión de Rusia contra Ucrania, en violación del derecho internacional, y que la investigación de CNN era una prueba más de su complicidad.
“Esta es una evidencia importante de los crímenes y la complicidad de Lukashenka en la guerra. Estos testimonios, recopilados por periodistas de CNN, ayudarán en la investigación futura y llevarán a Lukashenka al tribunal”, dijo en un comunicado. “Esta es una prueba de que el régimen participó y facilitó la agresión rusa”.
“Pero esto también es un testimonio del coraje de esos médicos bielorrusos. Ellos, a pesar de las amenazas y el terror, registraron la verdad para que los bielorrusos y el mundo supieran lo que Putin y Lukashenka están haciendo realmente en Ucrania”, agregó.
En entrevistas con médicos bielorrusos, miembros de la diáspora médica del país, activistas de derechos humanos, analistas militares y fuentes de seguridad, CNN examinó el papel que desempeñó Bielorrusia en el tratamiento de las víctimas rusas, mientras que el Kremlin trató de ocultarlos. Sus testimonios y la documentación que un médico compartió con CNN (docenas de radiografías que revelan las heridas de las tropas rusas) arrojan nueva luz sobre el apoyo del régimen de Lukashenko a la guerra de Putin.
Lukashenko ha evitado hasta ahora desplegar sus propios soldados en el sur de Ucrania, pero a medida que el presidente ruso, Vladimir Putin, acumula pérdidas y aumenta la presión, hay miedos crecientes que podrían cambiar.
Rusia ha invertido miles de millones de dólares para apuntalar el régimen de Lukashenko. Después de que unas elecciones presidenciales amañadas en 2020 cimentaran el largo reinado de Lukashenko, lo que desencadenó protestas generalizadas a favor de la democracia, se aferró al poder con la ayuda de Putin.
Tsikhanouskaya se enfrentó a Lukashenko en la votación y se cree que ganó. Pero se vio obligada a huir de Bielorrusia en medio de la brutal represión del gobierno respaldada por el Kremlin.
En abril, Tsikhanouskaya se reunió con miembros del Departamento de Estado de EE. UU. en Washington, DC, y entregó pruebas de la participación de Lukashenko en la guerra de Ucrania. Los documentos, vistos por CNN, detallan cómo Bielorrusia proporcionó infraestructura clave a Rusia, incluidas posiciones de lanzamiento de misiles, líneas ferroviarias y asistencia médica.
“Creo que Bielorrusia debería apoyar a Ucrania, todas las tropas rusas deberían retirarse de nuestro territorio”, dijo Tsikhanouskaya, al tiempo que subrayó que los bielorrusos comunes no deberían ser penalizados por las acciones del régimen.
“La participación del régimen de Lukashenka en la guerra criminal de Putin no debe condenar al pueblo bielorruso al papel de paria. Son muchos los que continúan su lucha contra los agresores, incluidos partisanos, militares voluntarios, ciberactivistas. Sus acciones valientes muestran que los bielorrusos no son iguales al régimen de Lukashenka”.
