El 18 de mayo, el Parlamento examinará un informe del comité de asuntos económicos y monetarios en garantizar una tasa impositiva corporativa mínima para las grandes corporaciones multinacionales. La directiva se aplicará a las empresas con una facturación de al menos 750 millones de euros al año.
En diciembre de 2021, los miembros de la OCDE y el G20 llegaron a un acuerdo para una reforma fiscal integral para abordar los desafíos fiscales planteados por la digitalización de la economía. Poco después, la Comisión Europea publicó su propuesta sobre cómo transponer la reforma al derecho de la UE.
Si bien el Parlamento está de acuerdo en términos generales con las propuestas de la Comisión para el cronograma de implementación, el informe que votarán los eurodiputados solicita una cláusula de revisión para el umbral por encima del cual una corporación multinacional estaría sujeta a la tasa impositiva mínima. También quiere que la Comisión evalúe el impacto de la legislación en los países en desarrollo.
“Por supuesto, un compromiso nunca es perfecto y nadie estará satisfecho con él, pero es un acuerdo histórico. […] Sobre todo, no debemos retrasar lo que es un desarrollo histórico”, dijo la autora del informe Aurore Lalucq (S&D, Francia), hablando en una reunión del comité el 20 de abril.
“Necesitamos continuar enfocándonos en asegurar que este acuerdo vea la luz del día lo más rápido posible y que se implemente adecuadamente”, dijo.
Los eurodiputados han pedido reformas fiscales internacionales desde que una serie de escándalos a mediados de la década de 2010 revelaron que muchas multinacionales trasladan sus ganancias a países donde pueden tener pocos empleados y operaciones, pero donde disfrutan de un trato fiscal preferencial.
Un ejemplo ampliamente utilizado son las muchas empresas digitales que tienen modelos de negocio en los que crean valor a través de la interacción entre su negocio y los consumidores en lugares donde no tienen presencia física o ésta es insignificante. En la práctica, las multinacionales que pagan menos impuestos lo hacen a expensas de los países que luchan por financiar inversiones o beneficios sociales.
Prevención de prácticas de traslado de beneficios
La Comisión propuso una fiscalidad justa de la economía digital paquete en 2018, pero la falta de un acuerdo global y el desacuerdo en el Consejo hizo que algunos países de la UE diseñaran sus propios impuestos digitales nacionales, lo que generó tensiones comerciales.
El acuerdo de la OCDE es una solución de dos pilares para esta fragmentación. El primer pilar se basa en un enfoque unificado sobre los derechos fiscales en relación con las multinacionales más grandes y rentables. El segundo introduce una tasa impositiva corporativa mínima del 15% para mitigar las prácticas de traslado de ganancias a jurisdicciones con impuestos nulos o muy bajos.
La votación en el Pleno constituirá la opinión del Parlamento sobre las medidas necesarias para incluir el acuerdo sobre el impuesto mínimo de sociedades en la legislación de la UE. La opinión del Parlamento debe tenerse en cuenta cuando los Estados miembros del Consejo adopten el texto final por unanimidad.