Según él, el partido gobernante tomó esta decisión debido a las visitas de Zurabishvili al extranjero, que continúa realizando sin el consentimiento del jefe de gobierno. Papuashvili explicó que a pesar de que el mandato del presidente expira este año, es importante que “Zurabishvili no se convierta en un ex presidente, sino en un presidente destituido mediante un juicio político”. Papuashvili confía en que, tras los resultados de las elecciones parlamentarias del 26 de octubre, el Sueño Georgiano obtendrá una mayoría constitucional y el procedimiento de destitución del presidente quedará completado en la primera reunión del parlamento recién elegido.