El Wall Street Journal, citando una fuente, escribió que el acuerdo incluía una disposición secreta según la cual a la RPDC se le permitía enviar alrededor de mil militares a la zona de combate para entrenarlos en operaciones de combate. Según la publicación, la mayoría de las unidades norcoreanas están ubicadas a una distancia segura de la línea del frente, a los soldados se les muestra cómo organizar la logística y trabajar con drones.