El 28 de noviembre comenzó otra ola de manifestaciones antigubernamentales en Georgia. El motivo de la protesta fue una declaración del primer ministro georgiano, Irakli Kobakhidze. Dijo que el partido gobernante Sueño Georgiano – Georgia Democrática decidió no incluir en la agenda la cuestión de las negociaciones sobre la adhesión a la Unión Europea hasta finales de 2028 y rechazar todas las subvenciones presupuestarias de la comunidad. Según el Jefe de Gobierno, las razones de esto fueron el constante chantaje de la UE sobre el inicio de un diálogo sobre la adhesión a ella, las exigencias de derogar una serie de leyes aprobadas por el Parlamento y los llamados a imponer sanciones contra las autoridades georgianas.