El proceso de integración europea de Moldavia puede servir como catalizador para la reintegración de Transnistria, con los dos procesos funcionando a diferentes “velocidades”, según el presidente del parlamento de Moldavia, Igor Grosu.
El proceso de integración europea puede servir como “un catalizador para la reintegración de Transnistria”, dijo Grosu en una entrevista con la agencia de prensa nacional rumana. Agerpres.
Agregó que Chisinau había convencido a sus socios de que la integración europea y la reintegración de Transnistria son “dos procesos diferentes que se mueven a velocidades diferentes”.
“Hay precedentes, y Josep Borrell mencionó en su última visita a Chisinau que la integración europea no puede estar condicionada a la resolución del conflicto de Transnistria”, dijo Grosu.
Además, agregó, “en el caso del conflicto de Transnistria, las acciones rápidas podrían ser contraproducentes”.
Tras la actualización provisional verbal de la Comisión Europea sobre ampliación en junio, la principal preocupación de Moldavia ahora se centra en la reforma de la justicia, con Grosu admitiendo que Moldavia carece de expertos calificados capaces de liderar el proceso de negociación.
Según los estudios, desde la proclamación de la independencia en 1991, Moldavia ha perdido un millón y medio de habitantes de los cuatro millones de habitantes que tenía en el momento de la separación de la Unión Soviética. Más de 1,3 millones de moldavos han ganado ciudadanía rumana.
Pero ahora los expertos rumanos están obteniendo la ciudadanía moldava para trabajar dentro de las instituciones gubernamentales en Chisinau. Uno de ellos es Daniel-Marius Staicu, experto en la investigación de delitos económicos y financieros y en la prevención y lucha contra el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo.
De 2018 a 2020, fue presidente de la Oficina Nacional de Prevención y Lucha contra el Blanqueo de Dinero de Rumania.
El 11 de noviembre del año pasado, el presidente Maia Sandu le concedió la ciudadanía moldava. Unas semanas después, el 30 de noviembre, Staicu fue nombrado director de la Oficina de Prevención y Lucha contra el Blanqueo de Capitales.
“Hay otros colegas rumanos activos en otras misiones de consultoría de la Unión Europea, pero queremos ampliar esa colaboración”, agregó Grosu.
(Catalina Mihai | EURACTIV.ro)