El Tribunal Constitucional de Rumanía ha anulado las elecciones presidenciales del país, incluida la primera vuelta y la próxima segunda vuelta inicialmente prevista para el domingo (8 de diciembre) entre el candidato de extrema derecha Călin Georgescu y la liberal Elena Lasconi.
La decisión unánime, anunciada el viernes (6 de diciembre) anula todo el proceso electoral, alegando irregularidades que exigen un reinicio completo. El gobierno fijará una nueva fecha para las elecciones tras la publicación de la decisión en el Boletín Oficial.
“De conformidad con el artículo 146(f) de la Constitución, todo el proceso electoral para elegir al Presidente de Rumania queda anulado”, afirma el comunicado oficial del tribunal.
La cancelación se produce en medio de disputas legales sobre la imparcialidad de las elecciones, con varias peticiones presentadas al tribunal antes de la segunda vuelta.
Călin Georgescu, candidato de extrema derecha con simpatías prorrusas, ha enfrentado acusaciones de que su candidatura se benefició de campañas de desinformación y promoción coordinada en TikTok durante la primera vuelta de las elecciones presidenciales.
Las autoridades rumanas han pedido una investigación sobre el papel de la plataforma en la amplificación de su mensaje, lo que genera preocupación sobre la interferencia extranjera y la influencia de las redes sociales en los procesos democráticos.
El gobierno tiene ahora hasta 90 días para organizar nuevas elecciones, y se especula que podrían tener lugar en febrero o marzo.
«Esto retrasa el proceso desde el principio», dijo a Euractiv Siegfried Muresan, del partido conservador PNL (PPE). «Corresponderá a los candidatos decidir si presentan candidaturas y las autoridades examinarán si éstas pueden ser validadas.
«Sin duda, las autoridades se asegurarán de que se aborde la interferencia extranjera», añadió.
Mientras tanto, el mandato del presidente rumano Klaus Iohannis, que expirará el 21 de diciembre, probablemente se prorrogará debido al estado de necesidad creado por esta situación sin precedentes.
El fallo ha encendido el debate sobre el papel del Tribunal Constitucional en la validación de las elecciones. Los críticos, incluido el ex juez del Tribunal Constitucional Petre Lăzăroiu, argumentan que el papel del tribunal es validar los resultados basándose en pruebas claras, no en sospechas.
«Las decisiones deben basarse en pruebas claras e innegables, no en especulaciones», enfatizó Augustin Zegrean, otro ex presidente del tribunal en TVR Rumania.
Ahora que el proceso electoral ha regresado al punto de partida, Rumania enfrenta incertidumbre mientras se prepara para reorganizar su carrera presidencial bajo un intenso escrutinio legal y público.
*Nicholas Wallace contribuyó con el reportaje.
[Edited by Owen Morgan]