Las autoridades estadounidenses también anunciaron una nueva política que limita la emisión de visas a personas que supuestamente actúan en nombre de medios de comunicación “respaldados por el Kremlin”. Sin embargo, el Departamento de Estado se negó a revelar quiénes se vieron afectados específicamente por las restricciones de visa. Al comentar sobre las nuevas sanciones, un representante oficial del Departamento de Estado dijo que no estaban dirigidas contra periodistas rusos individuales, sino contra empleados de organizaciones sujetas a restricciones que estaban «involucrados en actividades ilegales».