Escritores nicaragüenses apátridas aceptan nuevas nacionalidades sudamericanas
Los escritores Sergio Ramírez y Gioconda Belli, despojados de su ciudadanía nicaragüense por el régimen de Daniel Ortega que los declaró “traidores a la patria”, han decidido qué nacionalidades aceptar de las múltiples ofertas de varios países latinoamericanos que saltaron en no dejarlos apátridas.
Ramírez aceptó la ciudadanía ecuatoriana, mientras que Belli prefirió la propuesta del presidente chileno Gabriel Boric Font.
“Ecuador reconoce así su lucha por la libertad, que es la lucha de todo latinoamericano que ama a su pueblo”, subrayó el presidente ecuatoriano, Guillermo Lasso, al conocer la decisión de Ramírez. Lasso también elogió la labor del exvicepresidente nicaragüense Ramírez como escritor y como persona que “lucha por la democracia y por el respeto a los Derechos Humanos”.
Lasso y Ramírez hablaron por teléfono sobre este acuerdo. La Presidencia de Ecuador ha anunciado que habrá un acto para oficializar la entrega de la ciudadanía, “en fecha a convenir”.
En tanto, Belli confirmó que aceptó la oferta de Chile. “Tengo muchos amigos y gente que quiero en Chile. Y por eso voy a tomar la nacionalidad chilena. Si hay otro país que siento cerca de mi corazón es Chile”, dijo en una entrevista radial.
Belli, quien también reside en España, agradeció este gesto al presidente Boric y a la canciller Antonia Urrejola y afirmó que “Chile tiene un vínculo profundo con Nicaragua, desde Rubén Darío hasta Pablo Neruda, Nicanor Parra, Marcela Serrano, Carla Guelfenbein…”
“La solidaridad es la ternura de los pueblos y hoy puedo decir que la solidaridad chilena nos ha abrazado a los nicaragüenses que hemos sido despojados de nuestra nacionalidad y de todo lo que poseíamos en Nicaragua”, subrayó también el escritor.
Los gobiernos de Chile, España, Argentina, Ecuador y México habían ofrecido su nacionalidad a las personas apátridas por el gobierno de Ortega. Boric fue uno de los líderes de la región más críticos con el régimen sandinista e incluso llamó a Ortega un “dictador”.