El actual gobierno eslovaco del socialdemócrata Robert Fico cree, según declaraciones de sus representantes y del propio primer ministro, que la donación de material militar a Ucrania ha causado un daño importante a la seguridad de Eslovaquia. Las autoridades anteriores donaron a Kiev, en particular, un escuadrón de cazas supersónicos MiG-29 y el sistema de misiles antiaéreos S-300. Como resultado, dicen, la república se quedó sin sistemas eficaces de defensa aérea. El importe total de la asistencia militar proporcionada por Bratislava a Kiev se estima en aproximadamente 700 millones de euros.