España violó los derechos políticos del actual eurodiputado y expresidente catalán Carles Puigdemont, y los de sus electores, al despojarlo de su escaño parlamentario regional, dictaminó el jueves el Comité de Derechos Humanos de la ONU.
El Comité concluye que la suspensión de representantes electos “por presuntos delitos basados en actos públicos y pacíficos” no puede considerarse compatible con el requisito de que se base “en motivos razonables y objetivos”.
Esta decisión “confirma la vulneración de los derechos políticos del presidente en el exilio, poniendo en entredicho la reputación democrática de España”, se lee en un comunicado del gabinete de Puigdemont.
La decisión de España fue aprobada por el Tribunal Supremo en 2018, basada en el proceso judicial contra Puigdemont tras el referéndum de independencia de 2017 considerado ilegal por las autoridades españolas.
El Comité de Derechos Humanos de la ONU, compuesto por 18 expertos independientes, supervisa la implementación del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (ICCPR). Al ser parte en el Pacto y en el Protocolo Facultativo del Pacto, España está obligada por las decisiones del comité derivadas de denuncias individuales.
Según la decisión, la decisión de España de suspender a Puigdemont de su escaño viola el artículo 25 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, que el Comité califica como “la esencia de la gobernabilidad democrática”, que garantiza los derechos de los ciudadanos “a participar en la dirección de los asuntos públicos, directa o indirectamente”. por representantes libremente elegidos” y “a votar y ser elegidos en elecciones periódicas auténticas, realizadas por sufragio universal e igual y por voto secreto, garantizando la libre expresión de la voluntad de los electores”.
Además, el Comité pide a España que “publique y difunda ampliamente” la decisión y otorga al país 180 días para informar al Comité sobre las medidas que ha adoptado para implementar la sentencia y las reparaciones, así como los esfuerzos para evitar que ocurran violaciones similares en el país. futuro.
En este caso, sin embargo, el Comité considera que la sentencia en sí misma es una reparación “suficiente”, por lo que España no está obligada a restituir el escaño parlamentario de Puigdemont ni a proporcionar una compensación.
(Max Griera | EURACTIV.com)