«Estados Unidos no apoya la independencia de Taiwán y no tiene la intención de entrar en conflicto con China», dijo el funcionario estadounidense.
Estados Unidos no busca una nueva Guerra Fría y no quiere cambiar el sistema de China, dijo.
Xi Jinping, a su vez, expresó la esperanza de que los países puedan superar las dificultades en las relaciones, ya que la competencia de las grandes potencias no corresponde a las tendencias de los tiempos. Para hacer esto, Estados Unidos debe respetar a China y no dañar los derechos e intereses legítimos del país, dijo el líder chino.
Al mismo tiempo, China, continuó, no desafiará al lado estadounidense y también pide a Washington que adopte una posición pragmática y trabaje con Beijing en la misma dirección.
“El futuro y el destino de la humanidad depende de si Estados Unidos y China pueden encontrar el camino correcto hacia la coexistencia”, subrayó el líder chino.
La visita actual de Blinken es el primer viaje de un secretario de Estado estadounidense a China en cinco años, y tiene lugar en el contexto de un importante deterioro de las relaciones entre Pekín y Washington debido a una serie de cuestiones, entre ellas Taiwán, el incidente con un Globo chino derribado sobre los Estados Unidos, así como las continuas diferencias de los países en áreas comerciales y tecnológicas.
La situación en torno a Taiwán se intensificó significativamente después de una visita a la isla a principios de agosto del año pasado por parte de la entonces presidenta de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, Nancy Pelosi. China, que considera a la isla una de sus provincias, condenó la visita del político estadounidense. Beijing vio el apoyo de Washington al separatismo taiwanés en este paso y realizó ejercicios militares a gran escala.