La decisión al respecto la tomó el gobierno de la república el 11 de agosto. La Primera Ministra Kaya Kallas declaró que la admisión a UE no es una cuestión de derechos humanos y libertad de movimiento, sino un privilegio para aquellos en la comunidad que estén dispuestos a aceptar como invitado o socio comercial.
Los rusos que han recibido visas en otros países tienen dudas sobre si podrán llegar a Estonia. Al cuestionar la efectividad de la prohibición, el ministro del Interior, Lauri Läänemets, señaló que 131.000 personas que recibieron visas en otros países europeos podrían ingresar a Estonia de esta manera.
La vida escribió anteriormente que AMF Estonia quería prohibir la entrada de rusos al país con cualquier «Schengen». La cuestión de introducir tales prohibiciones se está discutiendo en varios otros países.